CERRANDO LA BRECHAS DE NUESTRO INFORTUNIO.
- LA VERDAD EN YESHÚA
- 24 dic 2018
- 16 Min. de lectura

CERRANDO LA BRECHAS DE NUESTRO INFORTUNIO.
Apocalipsis 3:20
20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
LAS ESCRITURAS son como un muro o una cerca alrededor del pueblo de Dios, así lo describían los profetas. En tanto que el pueblo de Dios se mantenga dentro de los MANDAMIENTOS DE DIOS está bajo SU PROTECCIÓN, están dentro de SU MURO y su VALLADO DE PROTECCION. Los profetas también mencionaban que venían falsos profetas que hacían brechas en el muro a través de los cuales las ovejas se salían y quedaban expuestas a cualquier tipo de daño. La función del profeta consistía en pararse en la brecha a llamar a las ovejas que se habían salido, e instarlas a volver y permanecer dentro del VALLADO, la tarea de un profeta no era predecir el futuro, su trabajo era señalar el camino, pararse en la brecha y señalar el camino de regreso a las instrucciones y mandamientos divinos. Si no regresaban entonces ellos declaraban el futuro, todo dependía si el pueblo de Dios atendía o no el llamado.
Si leemos Efesios 6:10-18 podemos notar que Pablo anima a los creyentes a tomar la armadura que le va a permitir estar protegido contra las asechanzas del diablo. El diablo asecha pero si no encuentra brecha, desiste, lo intentará luego pero en ese momento huirá.
LUCAS 4:13
Y acabada toda tentación, el diablo se fue de EL por un tiempo.
Santiago 4:7
7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Hoy vamos abordar el tema de las brechas refiriéndonos a nuestras vidas de una manera particular, partiendo de LAS ESCRITURAS como el muro que va impedir que seamos dañados por las asechanzas del maligno y tomando como referencia la armadura descrita en Efesios 6:10-18.
CEÑIDOS CON LA VERDAD.
(heb. zemeth, "algo firme [sólido, válido, auténtico]"; gr. aletheia). Según los clásicos griegos: "no ocultación" (a-lthes) o "lo visto (expresado, indicado) como realmente es". Según el NT: "lo que tiene certidumbre (certeza, fuerza)" o "aquello en que se puede confiar". Aletheia se refiere a la "verdad" en cuanto al amor de Dios el Padre por los pecadores tal como se reveló en el plan de salvación y en el Salvador encamado. Por tanto, aletheia se corresponde con el heb. zemeth cuando éste tiene el significado de "fidelidad", "confiabilidad". Términos relacionados con aletheia son althes (que cuando se refiere a personas significa "genuino [verdadero]", "honrado", "sin maldad"; en el NT se aplica a Jesús y a Dios pero no a los seres humanos. excepto 2 Co. 6:8), althinós ("real", "auténtico", "verdadero", "digno de confianza") y althos ("en verdad [verdaderamente]", "ciertamente", "en realidad"). zEmeth, en la mayoría de los casos no se refiere a la verdad doctrinal, es decir, a un conjunto de creencias. Más bien se refiere al principio de la "fidelidad". Cuando se aplica a Dios quiere decir que él es leal consigo mismo, que actúa en armonía con sus propios atributos divinos (el vocablo deriva del verbo heb. zâman, "ser seguro", "ser firme"). Un vocablo íntimamente relacionado con zemeth es zemunah ("firmeza", "fidelidad"), que muchas veces es traducido como "verdad", pues sólo lo que es verdad puede ser digno de una confianza plena y firme. La Biblia es clara en cuanto al tema de la verdad; no se tolera otra cosa. Dios es el "Dios de verdad" (Is. 65:16; Sal. 31:5; Dt. 32:4), el Hijo es verdad (Jn. 14:6) y el Espíritu es verdad (1 Jn. 5:6). La Palabra es verdad (Jn. 17:17) y la ley es verdad (Sal. 119:142). Todas las obras de Dios son verdad (Dn. 4:37), sus consejos son verdad (ls. 25:1) y sus juicios son verdad (Ro. 2:2). Jerusalén es la ciudad de verdad (Zac. 8:3) y la iglesia es columna y baluarte de la verdad (1 Ti. 3:15). Los seres humanos deben llegar al conocimiento de la verdad (2:4) y los que no la creen serán condenados (2 Ts. 2:12). Dios no sólo desea una conformidad exterior con la verdad; desea que haya verdad "en lo íntimo", en el corazón (Sal. 51:6; 15:2). Pero es evidente que las Escrituras están más interesadas en la demostración viviente de la verdad que en una presentación sistemática y teórica de la verdad. Por tanto, dice que el hijo de Dios debe ser motivado por una pasión por la verdad; es un representante del Dios de verdad. En primer lugar, debe amar la verdad, porque ella le da libertad (Jn. 8:32). Habiendo llegado al conocimiento de la verdad (1 Ti. 2:4), por medio de la obediencia a la verdad (1 P. 1:22), debe ser santificado por la verdad (Jn. 17:19). El Espíritu lo guiará a toda verdad (16:13) y, como lo hiciera Cristo, también él dará testimonio de la verdad (18:37). Su testimonio por la verdad será presentado en amor (Ef. 4:15), y el amor será el amor de la verdad (2 Ts. 2:10). La persona que esté llena del amor a la verdad será veraz en todo cuanto haga. Odiará y evitará toda clase de simulación e hipocresía; sus motivos nunca serán dudosos. Su "sí" será "sí", y su "no" será "no" (Stg. 5:12). No se enorgullecerá de su franqueza, ni herirá innecesariamente a otros, pero con humildad corregirá a "los que se oponen" (2 Ti. 2:25). Será considerada como una persona en cuya palabra se puede confiar. Si bien existen diversas especulaciones filosóficas acerca de la naturaleza de la verdad, en las Sagradas Escrituras se la concibe estrechamente vinculada con la salvación del ser humano (Ef. 1:13). Según este último concepto, "verdad" es mucho más que una simple colección de afirmaciones que, como es obvio, no pueden tener en sí mismas la salvación. Finalmente, la verdad debe llevarnos a quien es "el camino, y la verdad, y la vida" (Jn. 14:6), porque todo impulso noble que surge en el alma, ya sea de cristianos o de no creyentes, deriva de esa Fuente. Para que haya una verdadera recepción de la verdad, es necesaria la influencia del Espíritu Santo (1 Co. 2:12-15). La palabra escrita o hablada, como la semilla que cae en tierra poco fértil, no tiene poder para cambiar la vida a menos que esté acompañada de la Palabra viviente, "la Verdad", e "inspirada" por el Espíritu..wikicristiano.org/diccionario-biblico/significado/verdad/
Ceñir quiere decir: Apretar, ajustar o rodear la cintura u otra parte del cuerpo con una prenda de vestir u otra cosa
“Ceñirse los lomos” significaba recoger los extremos de las vestiduras en una faja para caminar libremente y rápido,
Ceñir los lomos en la Biblia representa la actitud de estar listo, preparados para salir o actuar.
De allí podemos llegar a una primera conclusión que Ceñir los lomos con LA VERDAD implica aferrarse a lo que DIOS dice, que nuestro conducir dependa de lo único confiable en este mundo: SU VERDAD, SUS MANDAMIENTOS,SUS INSTRUCCIONES; sabiendo que EL es FIEL y galardonador de los que le buscan
Hebreos 11:6
6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Esto nos permitirá caminar libremente y sin tropiezo. La mayoría de las veces que tropezamos y nuestra vida parece una carga pesada de llevar, se debe a que nos conducimos según lo que creemos, pensamos o deseamos, obviando lo que Dios dice al respecto.
CORAZA DE JUSTICIA
En el pensamiento de los antiguos judíos, el corazón simbolizaba la mente y la voluntad, y las entrañas o vísceras eran consideradas como el centro de las emociones y los sentimientos. Justamente estas son las áreas donde el enemigo ataca fuertemente a los cristianos. Satanás oscurece la mente con doctrinas falsas, principios falsos y todo tipo de información falsa para confundir y desviar a los cristianos. De igual manera confunde las emociones y malogra los afectos, la moralidad, la lealtad, etc.
La protección contra tales cosas y otras más es la coraza de justicia. La justicia es parte de la vestimenta que todo cristiano debe tener puesto. La justicia cual coraza impenetrable debe cubrir el cuerpo del creyente, debe cubrir su mente y sus emociones. La justicia de Dios es la base de la vida cristiana. La justicia perfecta de Dios es la que cada cristiano viste de forma permanente en su diario vivir.
No se trata de justicia humana, porque ésta no protege contra Satanás. Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. Isaías 64:6.
En cambio, la justicia de Dios protege al cristiano. Estar vestido con la coraza de justicia significa que el creyente vive en obediencia al Señor y por lo tanto es un cristiano productivo, es un hijo de Dios gozoso porque con su testimonio refleja a su Padre celestial.
Esta coraza de justicia es el reflejo del nuevo nacimiento, del hombre nuevo creado según Dios, no basta con creer lo que DIOS dice, hay que ponerlo en práctica, no basta con decir soy hijo de Dios, debemos reflejar que lo somos con nuestros actos y esto solo ocurre por la obra del ESPIRITU SANTO en nosotros:
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para {hacer} buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.
Si habéis, pues, resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad.
EL APRESTO DEL EVANGELIO DE LA PAZ
El calzado era antiguamente una pieza indispensable para la guerra.
Para los tiempos bíblicos la gente usaba sandalias o caminaba descalza, pero para las guerras, los ejércitos habían diseñado un calzado especial, que tenía una capa de afilados clavos, que permitía que los soldados recorrieran largas distancias en medio de terrenos difíciles y también evitaban que resbalaran o se lastimaran.
En las guerras romanas, cuando un ejército venía detrás de cierto ejército, ellos colocaban en el suelo palos que estaban afilados a un punto de ser una navaja, para herir los pies de sus enemigos .
Según la historia los soldados de Julio César y Alejandro el Grande ganaron muchas batallas, en parte por los zapatos militares que los preparaban para la batalla y les permitían recorrer grandes distancias en corto tiempo, atrapando a sus enemigos con la guardia baja. Estos zapatos no solo les permitían movilidad sino estabilidad para permanecer de pie en medio de la batalla y protección contra los afilados palos del enemigo.
Dios ha dado a su pueblo un calzado para marchar por este mundo, de manera que pueda caminar con seguridad, sin temor de ser herido y con certeza de que se mantendrá en pie para llegar al final de su carrera.
Dios nos fue quien diseño este calzado para el alma, de manera que jamás desfallezcamos en el camino a causa del enemigo.
YESHÚA proclamó esta paz con las palabras: “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.”
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo”.
El hijo de Dios, confiado en las palabras de YESHÚA tendrá paz en medio de las circunstancias que se le presenten además de promover esa paz a otros. Su caminar se caracterizará por esa paz que da EL SEÑOR a través de sus palabras.
EL ESCUDO DE LA FE.
Los Romanos tenían dos escudos, uno era pequeño y redondo y era usado más que nada por los arqueros en la retaguardia pero había otro que era más grande y este era usado por la infantería cuando se avanzaba en las filas del enemigo.
En cuanto al escudo, del cual se hace aquí referencia, este medía 1,25 mt. de alto por 0,75 mt. de ancho, y era de forma oblonga cubierto con cuero.
Era algo así como una “hoja de puerta” que protegía contra los dardos sumergidos en brea o algún material similar y que se encendían antes de ser disparados.
Al chocar éstos contra los escudos sus puntas se embotaban y sus llamas se extinguían.
De igual modo el ejercicio de la fe que Dios da capacita “para apagar todos los dardos encendidos del maligno”.
En la aljaba del diablo hay toda clase de proyectiles ardientes.
Pablo menciona “tribulación, angustia, persecución, hambre”, etc.
Tener fe en Dios es tener confianza en El, es creer que todo obra para bien a los que le amamos, los ataques de Satanás tienen el propósito de minar esta fe, esta confianza.
La palabra DARDOS en griego es belos y significa flecha.
Así que el diablo constantemente está lanzando FLECHAS para atacar a la iglesia de Cristo.
Estas flechas encendidas con la ira de satanás tienen muchos objetivos, algunos de estos dardos encienden dudas, otros lascivia, codicia, vanidad, envidia, etc. Todas parten del mismo punto, la duda. Cuando dudamos de lo que DIOS dice, nuestra humana naturaleza comienza a mostrarnos el camino, siempre en contra a lo establecido por EL ETERNO y siempre dando mismo resultado, alejarnos del redil y allí es cuando satanás interviene para infringir el daño respectivo a cada acción.
Hebreos 11:6
6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Todo los que nos ocurre es un ejercicio para nuestra FE, es una oportunidad para actuar conforme a nuestra creencia en las instrucciones divinas. La idea occidental de la FE se limita solo a creer en el intelecto, pero en el contexto bíblico LA FE se manifiesta o se expresa con los hechos, se hace lo que cree. De allí que Santiago dice:
Santiago 2:14-17
14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
EL YELMO DE LA SALVACION
La palabra Yelmo viene del término Griego [περικεφαλαία – PerikefalaiaG4030] y significa literalmente “un casco.” Esta palabra, metafóricamente, denota la protección del alma o la mente, la cual consiste en la esperanza de la salvación (I Tes. 5:8). En otras palabras, el yelmo de la salvación es la salvación que Dios, mediante su gracia, nos da y que nosotros hemos escogido recibir.
El apóstol Pablo dice: “Tomad también el yelmo de la salvación…” La palabra tomad en este versículo es diferente a la palabra que también se traduce “tomad” en los versículos 13 y 16. En los versículos 13 y 16 la palabra que se traduce tomad es [ἀναλαμβάνω – analambano G353] y significa “tomar o recoger algo y llevarlo consigo para usarlo.” La palabra traducida “tomad” en el versículo 17 viene del término Griego [δέχομαι – Decomai G1209] y significa “tomar, en el sentido de ‘recibir’ o ‘aceptar’ algo, y en este caso, como ya hemos mencionado, es la salvación que Cristo ofrece y que nosotros escogemos recibir o rechazar. Al recibir la salvación y estar plenamente convencidos de la esperanza que tenemos, nosotros hacemos todo lo posible para llevar nuestros pensamientos en cautiverio a la obediencia de Cristo (II Cor. 10:5) e impedir así ser distraídos por Satanás.
La salvación es por gracia, debemos estar persuadidos de ello. Es un regalo dado por DIOS, solo debemos aceptarla. No hay nada que podamos hacer por nuestra salvación YESHÚA lo hizo todo, su sacrificio es perfecto. Cualquiera que diga lo contrario es una artimaña para alejarnos de esa VERDAD.
LA ESPADA DEL ESPIRITU.
En el ejército Romano, habían dos clases de espadas: una larga que estamos acostumbrados a ver en las películas de época y una daga corta para los combates cuerpo a cuerpo.
Esta arma consiste en creer correctamente comportarse como Dios desea recordar que estamos en paz con él a través d cristo confiar en sus promesas y mirar al cielo con anticipación mientras proclamamos
En el griego hay dos palabras para distinguir una espada de la otra: La espada larga es la rompía y la Espada corta es la mákhaira; Esta última es a la que Pablo se refiere.
Pablo no quiere que erremos en cuanto al tipo de espada corta que debemos recibir para atacar a nuestro enemigo, Así que nos explica:
En primer lugar, se trata de la espada del Espíritu, no es una espada física, es un arma espiritual forjada por el Espíritu de Dios.
En segundo lugar, esta arma forjada por el Espíritu es la palabra de Dios.
rhēma
Aunque en ciertos lugares estas palabras son sinónimas, Pablo usa comúnmente Logos para referirse al canon de la Escritura, o a la palabra escrita:
λόγος
“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.”
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.”
Pero cuando usa la palabra rhēma lo hace para señalar esta palabra siendo proclamada o predicada:
“Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:”
“Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.”
La mayoría de las veces subestimamos LA PALABRA ESCRITA, pero solo ella es medicina a nuestros huesos, es nuestra guía, nos hace libres, ellas nos dan la vida eterna.
Luego de la muerte y resurrección de Cristo, el Señor derramo su Espíritu sobre la Iglesia, para que los apóstoles recordaran todas las cosas que él hablo y nosotros podamos ser iluminados para entender las palabras que el hablo -
“Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.” (, RVR60)
La palabra del E.S. son las palabras que EL toma de Cristo y nos las hace saber por medio de los Apóstoles y Profetas, y nos ilumina para que las entendamos.
Es por medio del evangelio del reino que YESHÚA cumple con su propósito de erradicar a los impíos de la tierra y pondrá fin a la rebelión cósmica que inició satanás.
Por esto Pablo pedía oración para que Dios le revelara más y para que fuera sostenido a fin de llevar esta proclamación a todo lugar, Pablo en unión con Cristo, proclama la palabra de Cristo y así el reino de las tinieblas está siendo vencido:
“¡Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque ojo a ojo verán que Jehová vuelve a traer a Sion. Cantad alabanzas, alegraos juntamente, soledades de Jerusalén; porque Jehová ha consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido. Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro.” ()
Así que Pablo está llamando a la iglesia, no solo a vestirse de las virtudes de Cristo, sino a proclamar la palabra de Cristo:
“¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Más no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Pero digo: ¿No han oído? Antes bien, Por toda la tierra ha salido la voz de ellos, Y hasta los fines de la tierra sus palabras.” (, RVR60)
Después de Cristo, no estamos llamados a usar espada física contra la simiente de satanás: “Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?”
Cristo vino en cumplimiento de la palabra de Dios, para vencer por su palabra a sus enemigos, no necesitamos una espada física para defendernos o para pelear por Dios y hacer guerra a satanás y a su simiente, ya Cristo ha vencido, el está intercediendo para que su palabra se cumpla y un día vendrá cuando esta misma palabra que está siendo proclamada por su pueblo sea argumento suficiente para su juicio eterno por cuanto no creyeron a la palabra.
ORAD Y VELAD.
Velad –
Esta palabra se refiere a mantenernos como centinelas despiertos , pero no está hablando de mantenernos todas las noches como soldados literales esperando a que Cristo llegue; se refiere en sí, a que Cristo quiere que seamos centinelas espirituales, quiere que nos mantengamos velando para que el enemigo no nos vaya a distraer mientras honramos su nombre. Quiere que estemos atentos para escuchar su voz, quiere que estemos despiertos esperando en su poder y en sus promesas, quiere que estemos escudriñando su Palabra para llenarnos de su presencia en cada día que pasa.
La Palabra también nos muestra que «Velar», viene a ser un acto simbólico, en donde debemos de mantener nuestra lámpara interna encendida. Recordemos que velar, se refiere también a la noche o madrugada, por lo que una lámpara es necesaria, para llevar la luz y para alumbrar en el mundo, cuando nosotros velamos, el Señor está poniendo nuevo aceite en nosotros, simbólicamente somos lámparas. Recordemos que la Palabra nos advierte en velar y estar constantemente atentos a su voz en su Palabra, esto nos ayuda a mantenernos firmes para esperar su Gloriosa Venida, cómo unas lámparas encendidas, pero necesitamos de aceite fresco cada día.
La oración – es aquella que nos ayuda a comunicarle a Dios las cosas que sentimos desde lo profundo de nuestro corazón, ya sea de una manera hablada, o en nuestra mente…
Debemos de tener algo en claro, la palabra Velar, siempre irá ligada a la oración, puesto que el velar es parte de la oración, la oración nos ayuda a mantenernos en vela, esperando en la hermosa aparición de Cristo. Al orar, nuestra alma está en constante comunicación con Cristo, el autor y el consumador de la vida. Ambas cosas deben de ser importantes para lograr mantenernos vigilando y velando. Nuestra alma estará siempre apegada al Señor, cuando oramos, mantenemos una comunicación amistosa con Dios.
Debemos de recordar, que la oración no solamente se debe realizar en ciertas ocasiones, la oración puede ser en nuestra mente, cuando vamos por las calles, nuestra mente puede estar en comunión con Dios, en la escuela, universidad, en el trabajo, en la casa etc. podemos estar orando y pidiendo por nuestra vida, y sobre todo clamando misericordia por nuestras almas.
Cuando nos encontremos en alguna situación, podemos platicar con Dios, expresarle aquellas cosas que le diríamos a un amigo. Es tan fácil hablar en oración con Dios. Comienza a pedirle por tu vida, y anhela comentarle cómo te sientes, por medio de su hijo amado YESHÚA, aprovecha para pedirle que te dirija por el buen camino de su verdad.
Es improbable pecar mientras estamos orando, todo sentimiento contrario será redargüido inmediatamente por EL ESPIRITU SANTO, a menos que nuestra oración este basada en un propósito ególatra, en ese caso estaríamos orando mas no velando al obviar lo que EL dice en su PALABRA.
CONCLUSION
Todo lo que tiene que ver con la ARMADURA DE DIOS está ligado con SU PALABRA. Y es la única manera de estar firmes, es por ello que debemos guardarla con toda perseverancia, ELLA nos mantendrá a salvo.
YESHÚA es el profeta que a través de su SANTO ESPIRITU, está en esa brecha llamándonos regresar a sus instrucciones con el fin de bendecirnos, solo él sabe si hay o no alguna brecha en nuestra vida. De nosotros depende si acatamos o no al llamado
Apocalipsis 3:20
20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
.
Nos vemos en el mar de vidrio mezclado con fuego, vestidos de lino fino.
Commentaires