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ENGAÑO SATÁNICO PARTE 5. 3. 4 YEHOSHUA Y LAS ESCRITURAS. EL PARALITICO DE BETESDA.

  • LA VERDAD EN YESHÚA
  • 4 sept 2019
  • 12 Min. de lectura

ENGAÑO SATÁNICO PARTE 5. 3. 4

YEHOSHUA Y LAS ESCRITURAS. EL PARALITICO DE BETESDA. MI PADRE HASTA AHORA TRABAJA Y YO TRABAJO.

Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo: YEHOSHÙA no intentó explicar que en realidad no había trabajado en el día de reposo. En vez de eso, osadamente les explicó a los líderes religiosos que su Padre trabajaba en el día de reposo, y que por lo tanto YEHOSHÙA el Hijo también trabajaba en el día de reposo.

“Dios nunca deja de trabajar, porque así como es la propiedad del fuego quemar y de la nieve ser fría así es de Dios trabajar.” (Philo, citado en Dods)

En cierto modo, es extraño que el Dios de la biblia sea un Dios trabajador. “En el mundo antiguo, trabajar difícilmente era algo honorable. Se pensaba que era para los esclavos, siervos y extraños, no para los hombres libres. De ahí que el trabajo y la grandeza rara vez fueran juntas, y nada podía ser más ajeno al genio del paganismo que un Dios trabajador. Fue una revolución cuando Jesús enseñó ‘Dios ama.’ Pero difícilmente fue menos revolucionario cuando enseñó “Dios trabaja.’” (Morrison)

“Aunque descansó de la creación, nunca dejó de preservar y gobernar lo que había formado: En este aspecto no puede tener días de reposo; pues nada puede continuar existiendo, o responder al propósito propuesto por la bondad y sabiduría divina, sin el poder continuo de Dios.” (Clarke)

Esto responde a la objeción planteada por una crítica hostil (e ignorante) del cristianismo. Vi esta declaración escrita en un folleto anti-cristiano: Solo di “¡no!” a un dios que afirma ser todo poderoso, pero que requiere tomarse una siesta después de solo seis días de crear (Génesis 2:2). Esta objeción traiciona la falta de entendimiento por parte del escritor. La biblia claramente dice que Dios no necesita dormir ni descansar (Salmo 121:3-4, He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.). El descanso de Dios en el séptimo día fue dado para el beneficio del hombre. No de Dios, demostrando un patrón de descanso necesario para el bienestar del hombre.

Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en ese día descansó de toda su obra creadora.

Acuérdate del sábado, para consagrarlo. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. Acuérdate de que en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el Señor bendijo y consagró el día de reposo.

Observa el día sábado, y conságraselo al Señor tu Dios, tal como él te lo ha ordenado. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero observa el séptimo día como día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu burro, ni ninguno de tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. De ese modo podrán descansar tu esclavo y tu esclava, lo mismo que tú.

Un sábado, al cruzar Jesús los sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar a su paso unas espigas de trigo. —Mira —le preguntaron los fariseos—, ¿por qué hacen ellos lo que está prohibido hacer en sábado? Él les contestó: —¿Nunca han leído lo que hizo David en aquella ocasión, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre y pasaron necesidad? Entró en la casa de Dios cuando Abiatar era el sumo sacerdote, y comió los panes consagrados a Dios, que sólo a los sacerdotes les es permitido comer. Y dio también a sus compañeros. El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado —añadió—. Así que el Hijo del hombre es Señor incluso del sábado.

Los discípulos recogen espigas en el día de reposo

(Mr 2:23-28) "Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas. Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito? Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban? También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo."

Hemos considerado las palabras de YEHOSHÙA con las que definió cuál iba a ser su relación con el judaísmo de su tiempo: él no había venido a poner remiendos a un sistema caduco que de ninguna manera se correspondía con el revolucionario reino de Dios que él había venido a establecer.

El evangelista Marcos ha hecho para nosotros una selección de varios incidentes de entre los muchos que tendrían lugar en esos días de intenso ministerio de nuestro Señor, para mostrarnos las grandes diferencias que había entre ellos. Recordemos brevemente algunas de las controversias que el Señor mantuvo con los religiosos de su tiempo.

En primer lugar, el llamamiento de Leví el publicano y la comida que organizó posteriormente en su casa para que sus amigos conocieran al Señor, molestó profundamente a los fariseos (Mr 2:13-17). El contraste entre la actitud de los fariseos y el Señor frente a los pecadores no podía ser mayor. Mientras que los fariseos clasificaban a las personas en buenas y malas según sus propios criterios, dejando fuera de la salvación a todos aquellos que no se ajustaban a sus normas, para el Señor nadie quedaba excluido de la gracia de Dios, sino que abría sus puertas de par en par para todos ellos. De hecho, enfatizó que su misión consistía precisamente en buscar a los pecadores, dejando a un lado a aquellos que se creían justos (Mr 2:17).

Estaba claro que la actitud de arrogancia y desprecio con la que los fariseos trataban a los que ellos consideraban pecadores, no hacía otra cosa que alejarlos más y más de Dios y del arrepentimiento. Pero la actitud del Señor era completamente diferente, y los publicanos lo veían con claridad. El Señor se preocupaba por ellos y era cercano, logrando de ese modo transmitirles el amor y la gracia de Dios. Estando con YEHOSHÙA sentían que podían ser aceptados por Dios, y de ese modo muchos llegaron al arrepentimiento y la fe, produciéndose cambios asombrosos en sus vidas (Lc 19:8).

Una segunda controversia tuvo que ver con el ayuno. Los fariseos esperaban que YEHOSHÙA reforzara las normas religiosas del judaísmo, pero el Señor se negó a ello. Él no había venido para hacer algunas reformas religiosas en los hombres, porque sabía que ninguna de ellas lograría cambiarlos. Su mensaje iba a ser mucho más radical, y tendría que ver con el "nuevo nacimiento". Es decir, no venía a reformar al hombre, sino a hacerlo nuevo, ESA ES LA VOLUNTAD DEL PADRE. La situación del hombre pecador es tan grave que no sirve de nada hacer pequeñas reformas. Sería lo mismo que pintar una pared con el fin de ocultar las grietas que anuncian su ruina. Y de hecho, cuando la persona que no ha nacido de nuevo intensifica sus rutinas religiosas, lo único que esto produce en ella es un orgullo espiritual que le lleva a mirar con desprecio a los que no son como él, además de la fatiga, cansancio y frustración . Y este era precisamente el problema de los fariseos.

Además, la forma en la que ellos practicaban el ayuno o el día de reposo, no les producía ningún tipo de resultados positivos. Para ellos, como para la mayoría de los religiosos, la práctica de la santidad consistía en cumplir con una interminable lista de prohibiciones, que en muchos casos habían sido inventadas por ellos mismos. Pero el Señor planteó el asunto de una forma totalmente diferente. Cuando le preguntaron por qué sus discípulos no ayunaban, él contestó con una ilustración que mostraba el gozo de los invitados al estar con ellos el esposo. Con esto estaba anunciando que la relación que EL había venido a establecer entre el hombre y Dios estaría caracterizada por el gozo de la comunión.
Ahora tenemos por delante una nueva controversia que tiene que ver con la forma en la que los fariseos observaban el día de reposo. A lo largo del estudio veremos que ellos habían añadido tal cantidad de tradiciones humanas al sencillo mandamiento divino, que lo habían convertido en una carga insoportable para los hombres. Pero el Señor no iba a hacer concesiones ni se iba a adaptar a sus pretensiones, sino que volvería a descubrir el verdadero sentido del día de reposo.

La queja de los fariseos

Igual que en el pasaje anterior, este incidente surge a raíz de una queja de los fariseos contra los discípulos de YEHOSHÙA: "Aconteció que al pasar por los sembrados en un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas. Entonces los fariseos les dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito?" (Mr 2:23-24).
Los fariseos aparecen aquí como una especie de policía religiosa que estudiaba cada paso que daba YEHOSHÙA y sus discípulos. Ahora bien, todo lo que pudieron encontrar contra ellos es que arrancaban espigas de los sembrados en un día de reposo. Pero, ¿estaba realmente prohibido esto por la ley?

El verdadero significado e importancia del día de reposo

Leyendo los evangelios percibimos rápidamente que la observancia del día de reposo era uno de los puntos de la ley de Dios que más interesaba a los fariseos, y aunque es cierto que ellos se habían apartado de lo que la Palabra decía al respecto, esto no le restaba ninguna importancia al mandamiento divino.
Tal vez los cristianos de nuestros días se han ido en un movimiento pendular al extremo opuesto al de los fariseos, no prestando mucho interés al día de reposo y tratándolo casi como cualquier otro día de la semana.
Pero como siempre, ante la diversidad de opiniones, lo que nos debe interesar es lo que la Palabra de Dios dice sobre el día de reposo. En primer lugar, debemos notar que Dios dedicó bastante espacio al día de reposo cuando dio a Moisés los diez mandamientos de la ley moral (Ex 20:1-17) (Dt 5:12-15). Y como ya sabemos, esta parte de la ley no caduca, sino que tiene plena vigencia también en nuestros días. Veamos lo que dijo Dios:
(Ex 20:8-11) "Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó."

Analicemos el siguiente pasaje:

Números 20:12

12 Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.

Te has preguntado que significa santificar?

Santificación .(gr. haguiasmós [del verbo haguiázo, "consagrar", "santificar", "separar"; equivalente al verbo heb. qâdash, "apartar del uso común"], "santidad", "consagración","santificación").

Quiero resaltar “apartar del uso común”. Los creyentes debemos entender algo, lo que es santificado, no puede enmarcarse dentro del uso acostumbrado y común. Es decir nada de lo que es santificado, puede ser administrado según las costumbres o condiciones humanas, según el yo creo, yo pienso, yo quiero y mucho menos según el esquema determinado por el mundo. Es por ello que YEHOSHÙA dice:

Juan 4:24

24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

En otras palabras ¿quieres adorar a DIOS, hazlo en espíritu, pero de acuerdo a establecido por EL, no según tu parecer.

Veamos el siguiente pasaje:

2 Samuel 6

David intenta llevar el arca a Jerusalén

(1 Cr. 13.5-14)

6 David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, treinta mil.

2 Y se levantó David y partió de Baala de Judá con todo el pueblo que tenía consigo, para hacer pasar de allí el arca de Dios, sobre la cual era invocado el nombre de Jehová de los ejércitos, que mora entre los querubines.

3 Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, y la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en el collado; y Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo.

4 Y cuando lo llevaban de la casa de Abinadab, que estaba en el collado, con el arca de Dios, Ahío iba delante del arca.

5 Y David y toda la casa de Israel danzaban delante de Jehová con toda clase de instrumentos de madera de haya; con arpas, salterios, panderos, flautas y címbalos.

6 Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bueyes tropezaban.

7 Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios.

8 Y se entristeció David por haber herido Jehová a Uza, y fue llamado aquel lugar Pérez-uza,[a] hasta hoy.

David tenia toda la buena intención de honrar a YEHOVAH trasladando el arca, la puso sobre un carro nuevo, danzaban delante de Dios. Todo parecía excelente que estaban ofreciendo lo mejor para YEHOVAH, pero de repente cae un hombre muerto y la celebración a YEHOVAH se convierte en luto. ¿Que hizo que tal acto de David, lleno de toda buena intención terminara de esa manera? Es fácil YEHOVAH había dado instrucciones como debía trasladarse el arca, David las ignoró y ya conocemos el resultado.

Dios había dado instrucciones específicas sobre como trasladar el arca. Otras partes del tabernáculo podían ser transportadas en carros, pero no el arca. Eso era algo que ellos debían haber sabido. Escuchemos lo que Dios dijo por medio de Moisés, en el capítulo 4 del libro de Números, versículo 15: "Después que acaben Aarón y sus hijos de cubrir el santuario y todos los utensilios del santuario, cuando haya que mudar el campamento, llegarán los hijos de Coat para llevarlos, pero no tocarán cosa santa, no sea que mueran. Estas serán las cosas que cargarán los hijos de Coat en el tabernáculo de reunión". O sea que el arca nunca debía ser trasladada en un carro. Tenía que ser llevada sobre los hombros de los hijos de Coat.

En el caso de Moisés La gente no puede hallar agua. Se quejan a Moisés: ‘Mejor hubiera sido que hubiéramos muerto. ¿Por qué nos sacaste de Egipto para traernos a este terrible lugar donde nada crece? Aquí no hay granos, ni higos, ni uvas, ni granadas. No hay ni siquiera agua para beber.’

Cuando Moisés y Aarón van al tabernáculo a orar, Jehová le dice a Moisés: ‘Junta al pueblo. Entonces, enfrente de todos habla a esa roca que está allí. De ella saldrá suficiente agua para el pueblo y todos sus animales.’

Así que Moisés junta a la gente, y dice: ‘¡Oigan, gente que no confía en Dios! ¿Tenemos que sacarles agua de esta roca Aarón y yo?’ Entonces, Moisés hiere la roca dos veces con un palo, y una gran corriente de agua sale de ella. Hay agua para toda la gente y todos los animales que se hallan allí.

La instrucción especifica era “hablarle a la roca”, pero Moisés la golpea y 2 veces, lo hizo a su manera. El resultado no entraría a la tierra prometida.

Los fariseos querían honrar a YEHOVAH en el día de reposo, pero se basaban en interpretaciones humanas, querían hacerlo a su manera, el resultado no reconoció a YEHOSHÙA y 70 años después desaparecieron como nación.

Es una lección para nosotros, en nuestros días se esta cumpliendo la figura del libro de los jueces: “cada quien hace según lo que le parezca”. EL ETERNO dice: “¿quieres honrarme? Hazlo según lo establecido en MI PALABRA.

Juan 14:21-24

21 el que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

22 le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?

23 respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.

24 el que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.

Con respecto al día de reposo YEHOSHUA, declara que no se trataba de pasividad en cuanto a los quehaceres, y creo que Isaías lo describe tal como se debía santificarse ese día:

(Is 58:13-14) "Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová...
Así que YEHOSHÙA NUNCA VIOLÒ el día de reposo, porque lo que hacia ese día era LA VOLUNTAD DEL PADRE, y nada para su propio beneficio, por lo tanto, santificaba el día de reposo obedeciendo lo que SU PADRE le indicaba. Su PADRE no cesaba de hacer bien, aunque fuera día de reposo por lo que EL se apegaba a las directrices de SU PADRE. EL nunca se detiene, siempre está obrando para llevar a cabo el cumplimiento profético.

NOS VEMOS EN EL PREÀMBULO DE LA BODA DEL CORDERO, VESTIDOS DE LINO FINO RESPLANDECIENTE……….

 
 
 

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