top of page
Buscar

ENGAÑO SATÁNICO PARTE 5. 3. 7. YEHOSHÙA reflejo del PADRE.

  • LA VERDAD EN YESHÚA
  • 26 sept 2019
  • 14 Min. de lectura

ENGAÑO SATÁNICO PARTE 5. 3. 7

YEHOSHUA Y LAS ESCRITURAS. EL PARALITICO DE BETESDA. YEHOSHÙA reflejo del PADRE.

Correspondiente a la controversia del día de descanso discutida en los versículos anteriores, esta era la manera de YEHOSHÙA de decir que él no le dijo al hombre sanado que llevara su lecho con su propia autoridad; Lo hizo en completa sumisión a Dios el Padre en el cielo.

“No es simplemente que no actúa independientemente del Padre, no puede actuar independientemente del Padre.” (Morris)

Todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente: YEHOSHÙA explicó que su obra era un reflejo perfecto de la obra y voluntad de Dios el Padre. YEHOSHÙA nos mostró exactamente lo que son la obra y la voluntad de Dios.

“El Padre no es pasivo en el asunto, simplemente permitiéndole a YEHOSHÙA descubrir lo que pueda de la voluntad de Dios; sino que el Padre le muestra.” (Dods).

Juan 3

31 El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos.

32 Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.

33 El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz.

34 Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.

35 El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.

"El que de arriba viene, es sobre todos"

En este pasaje se presenta un contraste entre YEHOSHÙA y Yohanan mal llamado el Bautista. Primeramente vemos cómo su origen determina su naturaleza. Así pues, el heraldo "es de la tierra", y por lo tanto "es terrenal", lo que quiere decir que es simplemente un hombre. En comparación, YEHOSHUA "viene del cielo" y la deducción lógica es que tiene una naturaleza divina y por lo tanto "es sobre todos".

Con esta afirmación, el evangelista le está señalando como el supremo Soberano que tiene autoridad sobre todas las criaturas que él mismo ha creado. Veamos cómo el apóstol Pablo suscribió esta misma verdad:

(Col 1:15-16) "Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él."

El apóstol Pablo y su compañero Timoteo escribieron esta carta a la iglesia en Colosas (v. 1), una pequeña ciudad en Asia Menor (actualmente Turquía). Pablo no había visitado Colosas, pero había recibido noticias de Epafra, el misionero que seguramente fundó allí la iglesia (1:7).

Pablo habla favorablemente de la fe, el amor, y la esperanza de los cristianos colosenses (1:4-5) y reconoce que el Evangelio fructifica y crece en ellos (1:6). Sin embargo, parece que Epafra le ha comunicado a Pablo que hay problemas graves en Colosas – problemas con falsas enseñanzas que algunos eruditos han llamado “la herejía colosense.” Pablo escribe esta carta para ayudar a los colosenses a solucionar estos problemas (en particular, véanse 2:4, 8, 13-16, 18; 3:5, 8, 18 – 4:1).

Aunque Pablo va a dirigirse a esos problemas uno por uno, primero quiere estar seguro de que los cristianos colosenses están bien enraizados en los puntos básicos de la fe – y en Cristo como el centro de esa fe (véase 1:15-20 en particular). Si estos cristianos colosenses pudieran entender mejor la naturaleza y la misión de Cristo – quién era y es y lo que Cristo vino a hacer por ellos – ese entendimiento les daría la fundación necesaria para solucionar los problemas que preocupan a Pablo.

Podemos pensar de la estrategia de Pablo – llenar a estos cristianos colosenses de creencias verdaderas, para que las falsas creencias no encuentren donde asentar – como pensamos de un granjero que se preocupa por el crecer de su hierba y por evitar que malas hierbas encuentren donde asentarse.

También podríamos usar como metáfora la Estrella Polar. Los que navegan por las estrellas encuentran la Estrella Polar particularmente útil. Una vez que la ubican, pueden orientarse y discernir dónde están y saber en qué dirección se mueven. Pueden usar este conocimiento para alejarse de las rocas o de bancos de peces – y para navegar en dirección correcta. En esta carta a los colosenses, Pablo describe a Cristo como su Estrella Polar – el lugar fijo en el cielo por el cual pueden navegar sin peligro – la verdad que les ayudará a evitar las múltiples falsedades que amenazan con descarrilarles.

En versículos 15-20 Pablo incluye doce maneras en las que Cristo es superior a las cosas (cosas como los ángeles) que pueden atraer a los cristianos colosenses. Cristo es:

• La imagen del Dios invisible (v. 15a).

• El primogénito de la Creación (v. 15b).

• El creador de todas las cosas (v. 16).

• El que está antes de todas las cosas (v. 17a).

• El que hizo (y hace) subsistir todas las cosas (v. 17b).

• La cabeza del cuerpo que es la iglesia (v. 18a).

• El principio (v. 18b).

• El primogénito de los muertos (v. 18c).

• El primado (v. 18d).

• El que agrada al Padre porque en él habita toda plenitud (v. 19).

• Por medio de quien Dios eligió reconciliar todas las cosas (v. 20a).

• El que reconcilió todas las cosas con la sangre de su cruz (v. 20b).

COLOSENSES 1:15-20: UN HIMNO A CRISTO, CREADOR Y RECONCILIADOR

15El cual es la imagen (griego: eikon) del Dios invisible, el primogénito de toda criatura. 16Porque por él fueron criadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles é invisibles; sean tronos (griego: thronoi), sean dominios (griego: kuriotes), sean principados (griego: archai), sean potestades (griego: exousia); todo fué criado por él y para él. 17Y él es antes de todas las cosas, y por él todas las cosas subsisten: 18Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia (griego: ekklesia); él que es el principio, el primogénito de los muertos, para que en todo tenga el primado. 19Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud (griego: pleroma), 20Y por él reconciliar (griego: apokatallasso)todas las cosas á sí, pacificando (griego: eirenopoieo) por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos.

Eruditos que estudian la Biblia describen estos versículos como un himno – un canto de alabanza a Cristo. Basan esta creencia en su estilo, vocablo, y contenido, que difieren del texto que los rodea. Filipenses 2:5-11 y Juan 1:1-18 también son ejemplos de himnos en el Nuevo Testamento.

¡Es sorprendente que en 35 años no he oído en alguna iglesia, o en algún álbum de artistas cristianos un cantico basado en este pasaje!

En cualquier caso, Pablo enfatiza la deidad de Cristo a una gente tentada a hincharse “vanamente.” (2:18) y que no se atiene a “la cabeza” (2:19). Les pedirá: “todo lo que hacéis, sea de palabra, ó de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor” (3:17) – pero primero les debe ayudar a entender que Cristo es preeminente.

“El cual es la imagen (eikon) del Dios invisible” (v. 15a). Hay una buena razón por la que Dios es invisible. Cuando Moisés pidió ver la gloria de Dios, Dios le dijo, “No podrás ver mi rostro: porque no me verá hombre, y vivirá” (Éxodo 33:20). Ver a Dios sería como tocar una línea de alto voltaje. No estamos diseñados para sobrevivir ese impacto.

“El cual” en este versículo se refiere al Hijo querido (v. 13). Es el Hijo de Dios que es el eikon del Dios invisible.

Un eikon es una imagen o similitud – como la imagen del emperador en una moneda o un niño que es la imagen de su padre. Esta palabra eikon también aparece en 2 Corintios 4:4, donde dice que Cristo es la imagen (eikon) de Dios. Hebreos 1:3 usa una palabra parecida, charakter, para hablar de Cristo como imagen de la substancia del Padre. Las dos palabras (eikon y charakter) representan algo real (Dios) – y por lo tanto no se parecen a las imágenes grabadas prohibidas por la ley del Tora (Levítico 19:4; 26:1) – imágenes de dioses falsos.

Es increíblemente útil tener un eikon “del Dios invisible” – para hacer visible y comprensible lo que de otro modo quedaría sin conocer. Cristo es este eikon. Cuando Felipe dijo, “Señor, muéstranos el Padre” (Juan 14:8), YEHOSHÙA contestó, “El que me ha visto, ha visto al Padre” (Juan 14:9). Continuó, diciendo que él ha hablado las palabras del Padre y que ha cumplido las obras del Padre (Juan 14:10). Es decir, la vida de YEHOSHÙA representa al Padre con integridad y exactitud.

Algo parecido aparece en el Prólogo del Evangelio de Juan, donde Juan habla de YEHOSHÙA como “el Verbo” – que “fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14). Cuando le pregunté a mi profesor de teología por qué Juan llamó a YEHOSHÙA el Verbo (griego: logos), me dijo que le explicara cómo usamos palabras. Dije, “usamos palabras para comunicar algo de una persona a otra.” Él contestó, “Así es – y eso es lo que Cristo vino a hacer. Vino a comunicar algo entre el Padre y nosotros. Esa es una razones del por qué Juan le llama “el Verbo.”

“el primogénito de toda criatura” (v. 15b). En la ley judía y su práctica, el primogénito recibía un puesto especial.

• Dios dijo, “mío es todo primogénito” (Números 3:13) – incluyendo al primer hijo nacido humano (Éxodo 13:2) – “los machos serán de Jehová” (Éxodo 13:12).

• El primogénito de las vacas, las ovejas, y las cabras, debía ser sacrificado a Dios (Éxodo 13:12-15).

• El primer nacido de otros animales (animales impuros) debían ser redimidos por medio del sacrificio de un cordero (Éxodo 34:20). Hijos primogénitos también debían ser redimidos (Éxodo 13:13).

• El hijo primogénito debía recibir doble porción de la herencia (Deuteronomio 21:17).

• Esaú, el primogénito de Isaac, debía haber recibido la herencia, pero su hermano Jacobo le convenció para que se la vendiera a cambio de un plato de potaje (Génesis 25:29ff). Esaú también debía haber recibido la bendición de su padre, pero Jacobo engañó a su padre para que se la diera a él en vez (Génesis 27).

Está claro que la costumbre y la ley judía otorgaba grandes privilegios sobre el primogénito. Es así que YEHOSHÙA es el primer nacido de toda creación. Pablo no sugiere que YEHOSHÙA fuera primogénito dentro del orden establecido – de la raza humana. En vez, que YEHOSHÙA era preeminente – regidor sobre todos regidores – Rey de todos los reyes. Es así que el Salmista, cuando habla de David dice, “Yo también le pondré por primogénito, alto sobre los reyes de la tierra” (Salmo 89:27).

El siguiente versículo (v. 16) deja aún más clara esta interpretación.

“Porque por él (en auto – en él o por él) fueron creadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles é invisibles” (v. 16a). Vemos algo parecido en el Prólogo del Evangelio de Juan, donde dice:

“En el principio era el Verbo,

y el Verbo era con Dios,

y el Verbo era Dios.

Este era en el principio con Dios.

Todas las cosas por él fueron hechas;

y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho” (Juan 1:1-3).

Los cristianos colosenses han sentido la tentación de alabar a los ángeles (2:18). Por eso, ahora Pablo hace un gran esfuerzo para mostrarles que Cristo actuó en la creación de “todas las cosas” – “en los cielos, y que están en la tierra, visibles e invisibles” – es decir, en todo. Si Cristo tomó parte en la creación de todas las cosas, entonces debe ser superior a ellas. Los cristianos colosenses deben reservar su alabanza para Cristo – no para los ángeles ni ninguna otra parte del orden creado.

“sean tronos (thronoi), sean dominios (kuriotes), sean principados (archai), sean potestades(exousia); todo fue criado por él y para él” (v. 16b). Tronos, dominios, principados, y potestades son cuatro facetas del poder:

• Tronos (thronoi) representan la sede de majestad y poder.

• Dominios (kuriotes) tienen que ver con la autoridad y el poder de dirigentes civiles y de índole similar.

• Principados (archai) representan la preeminencia – lo que está antes y sobre todas las cosas.

• Potestades (exousia) tienen la autoridad y la capacidad de cumplir y tomar acción.

Desde nuestra perspectiva cada uno de éstos aspectos parecen maravillosos. Ver el avión del presidente, sus comodidades y poderío. He leído de sitios majestuosos, propiedades de príncipes árabes. Ver la coronación de la Reina Isabel y la boda de Carlos y Diana. Todas estas cosas son tan grandiosas que casi no se pueden comprender. ¿Cómo sería vivir así?

Pero todos esos tronos, dominios, principados, y potestades fueron creados “por él (Cristo) y para él.” Esto lo pone en perspectiva. El creador es superior a la creación. El alfarero es superior a la arcilla – y a su cerámica. Cristo es superior a todos estos tipos de poder humano.

¡llegará el día en que todos ellos doblaran sus rodillas ante AQUEL que tiene la preeminencia absoluta en todo!

Paradójicamente esta majestad pareciera no tener cabida en nuestra mente con respecto a YEHOSHÙA, la mayoría solo ve a un YEHOSHÙA sufriente y crucificado.

“Y él es antes de todas las cosas” (v. 17a). De nuevo oímos el eco del Prólogo del Evangelio de Juan: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios” (Juan 1:1-2). En este contexto, la palabra “antes” sugiere dos cosas: (1) cronológicamente, Cristo existió antes del orden creado – por lo tanto (2) Cristo es superior al orden creado.

En los siglos tercero y cuarto, Arias promulgó la Herejía Ariana – que Cristo no existía antes sino que fue creado por el Padre y, por eso, era subordinado al Padre. El Concejo de Nicea declaró esto una herejía en 325 d.C.

“y por él todas las cosas subsisten” (sunesteken – de sunistemi) (v. 17b). El verbo sunesteken está en el presente perfecto, esto sugiere una acción ya completada. Este es otro argumento que Pablo hace a favor de la primacía de Cristo sobre el orden creado. No solo estaba presente durante la creación, pero desde ese momento todas las cosas han subsistido por él.

Sin embargo, parece que la intención de Juan en el pasaje antes expuesto (3:31) no es tratar la preeminencia del Hijo en relación con la creación material o inmaterial, sino la suprema autoridad de su revelación en comparación con cualquier otro testimonio verídico dado por los profetas que le habían precedido. Su conclusión es que el origen de una persona determina también la naturaleza de sus palabras: "el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla", pero en contraste, "el que viene del cielo, es sobre todos" y puede hablar de "lo que vio y oyó" en la misma presencia del Padre, es decir, de cosas celestiales.

Esto fue también algo que el Señor había tratado de hacer entender a Nicodemo durante su entrevista:

(Jn 3:11-13) "De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo."

Es lamentable la poca importancia que damos en nuestras iglesias de hoy día al escudriñar LA PALABRA para hablar lo que realmente sabemos y no trasmitir un conocimiento abstracto de LAS ESCRITURAS.

En este sentido, Juan el Bautista era simplemente "una voz que hablaba en el desierto", un eco de la voz celestial que llegaba desde el cielo. Por lo tanto, no ofrecía la claridad y profundidad del "Verbo" encarnado que había estado durante toda la eternidad en el seno del Padre y que con suma claridad le daba a conocer (Jn 1:18).

Yo me conformaría con ser ese eco de la voz celestial, sin embargo YEHOSHÙA promete ir mas allá:

Juan 14

21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquél es el que me ama; y el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré á él.

22 Dícele Judas, no el Iscariote: Señor, ¿qué hay porque te hayas de manifestar á nosotros, y no al mundo?

23 Respondió Jesús, y díjole: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.

24 El que no me ama, no guarda mis palabras: y la palabra que habéis oído, no es mía, sino del Padre que me envió.

No nos dejemos engañar, si YEHOSHÙA no se manifiesta (revela) a nuestras vidas, muy probablemente hemos dejado de guardar sus mandamientos.

Aquí debemos detenernos. A lo largo de la historia de la humanidad y esta sustentado en LAS ESCRITURAS, DIOS se ha manifestado a aquellos que guardan sus mandamientos.

El rey habló a Daniel, y dijo: En verdad que vuestro Dios es Dios de dioses, Señor de reyes y revelador de misterios, ya que tú has podido revelar este misterio.

``Clama a mí, y yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces.

que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu

a quienes Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria.

Y respondiendo El, les dijo: Porque a vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido.

Y les decía: A vosotros os ha sido dado el misterio del reino de Dios, pero los que están afuera reciben todo en parábola.

Contrario a lo muchos piensan, AL ETERNO le complace manifestarse a sus hijos, obviamente ninguna revelación puede contradecir o abolir lo que ya ha sido revelado en LAS ESCRITURAS. RECORDEMOS LO QUE NOS HA LLEVADO A ESTE TEMA DE LAS ESCRITURAS:

Mateo 5:

17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas: no he venido para abrogar, sino a cumplir.

18 Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas.

19 De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y enseñare, éste será llamado grande en el reino de los cielos.

"Y lo que vio y oyó, esto testifica"

La autoridad divina con la que Cristo hablaba no se podía comparar con la de ningún otro hombre. La razón estaba precisamente en que él había venido de "arriba", del cielo. Por supuesto, con esto no se niega que "los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo" (2 P 1:21), pero sí que se coloca la revelación que Dios nos ha dado a través de su Hijo como muy superior y definitiva. Veamos cómo lo expresa el autor de Hebreos:

(He 1:1-2) "Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo"

Podríamos comparar la revelación que Dios ha ido dando al hombre a lo largo de la historia con el recorrido que hace cada día el sol desde que sale hasta que llega a su clímax al mediodía. Todos sabemos que los primeros rayos de la mañana no iluminan lo mismo que cuando el sol está en su cenit. Y de la misma manera, la luz de la revelación divina alcanza su mayor fuerza y claridad con la venida de Cristo.

Debemos detenernos en este punto.

Notemos, sin embargo, que ya sea que Dios hablara por medio de los profetas, o de su propio Hijo, se trata siempre de la misma revelación, y no hay diferencias de contenido. En todos los casos es una revelación que tiene origen celestial. Y tiene que ser necesariamente así, porque ningún hombre puede conocer la mente de Dios a no ser que él mismo tome la iniciativa de darse a conocer primero. Es cuando el hombre deja correr su imaginación en un vano intento de determinar cómo es Dios, cuando empiezan a surgir nuevas religiones en el mundo. Pero todo lo que salga del corazón humano, o de su sabiduría terrenal, está manchado por el pecado y siempre estará lejos de darnos una idea real de quién es Dios. Tenemos un claro ejemplo de esto en los dioses del panteón griego, que por supuesto no eran reales, sino producto de la imaginación del hombre que los creó con sus mismas debilidades y bajezas, aunque con más poder. Por esa razón, no podían hacer nada por los hombres y con el tiempo quedaron en el olvido, sin que nadie los adore o crea en ellos desde hace siglos. Pero en contraste, la revelación divina que nos ha llegado a través de la Biblia, siempre ha sobresalido de forma asombrosa en todas las épocas y culturas, siendo en verdad la Palabra de Dios que nos llega de la eternidad. No se trata de opiniones humanas que son válidas durante un tiempo y en cierta cultura concreta, para después quedar obsoletas, sino que es una revelación de la mente divina que se expresa en términos absolutos y que permanece para siempre.

(Mt 24:35) "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán."

Continua…..

NOS VEMOS EN EL PREAMBULO DE LA BODA DEL CORDERO, VESTIDOS DE LINO FINO RESPLANDECIENTE…..

 
 
 

Comentários


Post: Blog2_Post

Subscribe Form

Thanks for submitting!

04160276048

  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn

©2018 by MENSAJES ANTIVIRALES. Proudly created with Wix.com

bottom of page