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ES LÍCITO DECRETAR O DECLARAR? 2 parte

  • LA VERDAD EN YESHÚA
  • 10 may 2019
  • 10 Min. de lectura

ES LÍCITO DECRETAR O DECLARAR? 2 parte

Podemos obligar a Dios a algo?

Soberanía de Dios.


La soberanía de Dios representa la capacidad de poner en práctica Su santa voluntad o supremacía. El Altísimo, Señor del Cielo y de la tierra, tiene poder ilimitado para hacer lo que haya resuelto. Al ser absolutamente independiente, Dios hace lo que le place. Nadie puede disuadirlo, nadie puede obstaculizarlo. En Su Palabra, Dios declara: "Yo soy Dios, y no hay otro Dios; y nada hay semejante a mí. . . "que digo: 'Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero'" Isaías 46:9-10). Nabucodonosor, el Rey de Babilonia, edificó obras arquitectónicas que fueron clasificadas entre las Siete Maravillas del Mundo. Aún así, alabó la soberanía del Altísimo. "Cuyo dominio [el de Dios] es sempiterno, y su reino por todas las edades. . . Y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra. Y no hay quien detenga su mano...” (Daniel 4:34-35).

Soberanía divina significa que Dios es Aquel que se sienta en el Trono del universo. Él es Dios en nombre así como en todas las cosas, dirigiendo todas las cosas, y "el que hace todas las cosas según el designio de su voluntad" (Efesios 1:11). En medio de la aflicción que Dios permitió en su vida, Job reconoce la grandeza y esplendor de Dios en contraste con su propio orgullo y pecado. "Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti" (Job 42:2). Finalmente, Job reconoce que los propósitos de Dios son supremos y que Él es soberano.

¿Cuáles son los Parámetros de DIOS?

Aunque la supremacía de Dios no tiene restricciones, hasta la soberanía de Dios tiene sus parámetros. "En última instancia, Dios tiene completo control sobre todas las cosas, aunque Él puede escoger permitir que ocurran ciertos acontecimientos según las leyes naturales que Él ha ordenado."

Dios no puede hacer nada que vaya en contra de Su propio carácter. Debido a que Dios es inmutable, Sus palabras deben reflejar Su integridad (Números 23:19). Dios no puede mentir (Hebreos 6:18). En todos los casos, Dios no sólo continúa siendo veraz, sino que cumple todas las promesas que hace.Dios no puede ser tentado por el mal. No existe ningún elemento en Su naturaleza que pueda ser tentado por el mal (Santiago 1:13). Aunque Dios a menudo nos prueba, Él no tienta a nadie. De hecho, Dios utiliza Su poder ilimitado para permitirnos resistir y escapar del mal (Primera de Corintios 10:13).Dios no puede negarse a Sí mismo ni contradecirse. Dios permanece fiel a las promesas de Sus pactos (Malaquías 3:6). Una promesa es tan verdadera como la persona que la hace. Al igual que Dios, Su Palabra es inmutable (Primera de Samuel 15:29). Dios no revoca lo que ha dado ni desecha a quién ha escogido (Romanos 11:29).Dios no puede perdonar el pecado mientras no haya sido pagado. Debido a que Dios es justo, no puede simplemente "hacer borrón y cuenta nueva" (Romanos 6:23). Cristo clamó en el Jardín de Getsemaní, "Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa. . .” (Mateo 26:39). Cristo tuvo que soportar una terrible agonía física y espiritual, la justicia perfecta de Dios pronunciada sobre el pecado.Dios no puede forzar nadie a amarlo ni a recibir Su regalo de salvación eterna mediante YESHÚA. Es un acto de libre albedrío del hombre (Juan 1:11–13). Cuando un individuo escoge responder con fe, recibiendo a YESHÚA en su vida, se convierte en una nueva criatura.

Aunque la soberanía de Dios es infinita, el uso de Su poder está delimitado por Sus otros atributos. Características tales como veracidad, bondad, fidelidad, justicia, y amor definen cada una de las acciones de Dios. Si un atributo estuviera desproporcionado o exagerado, esto resultaría en un caos a nivel universal.

Imagínese a un DIOS que favoreciera a una persona más que a otra. Dios no favorece a un individuo por su estatus social, nacionalidad, o bienes materiales (Hechos 10:34-35). En cambio, Dios nos acepta, recibiéndonos en una relación justa, mediante la fe en Jesucristo.

Por la soberanía de Dios tenemos libre albedrío y somos capaces de elegir y tomar decisiones que moldean nuestras vidas. Aunque no poseemos el poder infinito de Dios, podemos someter nuestros corazones, almas, y mentes de maneras que concuerden con Su santa voluntad. De esta manera, honramos al Creador y Sustentador de todas las cosas, reconociendo que Dios es verdaderamente soberano (Colosenses 1:16-17).

DE TODO ESTO ¿SERÁ QUE PODEMOS DECRETAR ALGO COMO HIJOS DE EL SIN DETERMINAR QUE OPINA AL RESPECTO?

Últimamente se ha visto en las iglesias que los pastores y evangelistas, invitan al pueblo a pactar con Dios, siendo el billete el principal invitado a ese pacto. Algunos por ignorancia, teniendo diplomas y estudios centrados en teología, actúan sin buscar más allá, Muchos incitan a pactar a su congregación, por lo que les enseñaron y jamás se dedicaron a confrontar o estudiar más afondo, y otros que cuando son invitados a predicar a los templos, se esfuerzan incitando a la congregación a pactar, pues reciben una gratificación de lo que se recibe del pacto que realizan los hermanos de la congregacion, .

Es de sorprenderse cuando vemos a un “Cristiano” protestante o evangélico realizar las mismas prácticas católicas, (PRACTICAS QUE FUERON ABOLIDAS, EN EL CATOLICISMO POR QUE COMPRENDIERON EL ATROS ERROR), e idolatrando el dinero, ofreciendo a Dios, todo tipo de ofrendas a cambio, e incluso se a escuchado decir a DIOS: SI ME DAS MI CASA UN AUTO, ESPOSO(A), TE PROMETO QUE PREDICARÉ EL EVANGELIO. (Se te olvido que tienes un mandato y cito: (Id por todo el Mundo y predicad el Evangelio a toda criatura). EN EL 98% DE LOS CASOS, LOS PREDICADORES TE PIDEN QUE PACTES $1,000, SI NO,, NO SERAS BENDECIDO. Qué significa eso que seré un miserable porque no tengo $1,000? Que no tendré la bendición de DIOS? Es impresionante cuando llaman a pactar, la cantidad de hermanos que se levantan y compran el favor de DIOS como si fuera una baratija del viernes negro de noviembre. Te pregunto… Si tu no cumples con tu parte del pacto con DIOS, Tu y Yo sabemos que tendrás que enfrentarte o dar cuentas a DIOS, Ahora bien y si a DIOS no le complace tu comportamiento o aceptar TU pacto, que harás? Demandaras a DIOS en los tribunales, lo castigarás? lo vas a reprender ? Imagino que estarás pensando, DIOS NUNCA FALLA. Permíteme decirte que es cierto no falla pero ten en cuenta esto; DIOS le prometió a su pueblo la tierra prometida, pero DIOS no permitió que entraran debido a su comportamiento, y cumplió su pacto con la nueva generación, no con ellos. Incluso Moisés perdió la paciencia y golpeo la roca con su vara para que saliera agua, pero no como DIOS lo había indicado (DESOBEDIENCIA) TAN SOLO POR ESO NO ENTRO A LA TIERRA PROMETIDA.. Ahora bien te pregunto nuevamente. Tu pactaste con DIOS, acaso el está de acuerdo? EL dijo que si? Te has sentado a pensar tan solo en ese detalle? Mas sencillo, El 99.9 % de los pactos que se realizan en pocos templos son con dinero. Pregúntate esto, .Que le tengo que ofrecer, si TODO ES DE EL. Mas y mas sencillo aun; Piensa esto, Le estas negociando a DIOS, SI TU MEDAS ESTO YO TE DOY LO OTRO?

SE TE OLVIDA QUE EL ES DIOS,. Como humanos,, como podemos pararnos frente a EL de TU a TU y pactar? Crees que tienes los mismos derechos que EL?

Pacto: Convenio que expresa la relación especial de Jehová con su pueblo y resume la forma y estructura de la religión bíblica en ambos testamentos. La palabra hebrea (berit) aparece 285 veces en el Antiguo Testamento y la palabra griega (diatheke) 33 veces en el Nuevo Testamento; ambas se traducen «pacto».Nota: tengan presente la palabra “BERIT” = PACTO, al final te asombrarás.

Pactos humanos: El pacto siempre es un acuerdo mutuo entre dos o más socios que los vincula y obliga a una reciprocidad de beneficios y obligaciones. No sólo lo vemos en pactos bilaterales, sino también concertados entre grupos (Jos 9.15; Abd 7). El Antiguo Testamento da varios ejemplos de pactos humanos: Nota: Si el pacto es un acuerdo mutuo entre dos o más socios que los obliga entre sí tanto con derechos y obligaciones, la pregunta es ¿puede el hombre obligar a Dios a cumplir un pacto? ¿Puede el hombre hacer un pacto con Dios? o ¿es Dios el que pacta con el hombre? Teniendo en cuenta que en la Biblia aparecen mas de 250 pactos echos por DIOS CON EL HOMBRE NO EL HOMBRE CON DIOS, Veamos diferentes pactos en la Palabra.

Compromiso matrimonial El matrimonio es un pacto (Mal 2.14; Ez 16.8).Relaciones familiares A través de un pacto, Jacob y Labán entran en relaciones familiares (Gn 31.44-54). Relaciones de amistad y compromiso de unión para la vida. En un pacto, Jonatán sella con un regalo la dádiva de su propia vida a su amigo David (1 S 18.1-4; 20.4-17).

Promesa de buenas relaciones y obligaciones sociales mutuas Abimelec e Isaac hicieron un pacto de no agresión (Gn 26.23-33). Reconocimiento de una propiedad Abimelec y Abraham hacen un pacto en el que se asegura que Abraham es dueño de un pozo (Gn 21.22-34).

Compromiso de apoyo político Abner se compromete con David para luchar por hacerlo rey de todo Israel (2 S 3.12-21).

Compromiso de liberación de esclavos Sedequías se compromete con los ricos de Judá a liberar a sus esclavos (Jer 34.8-22).

Tratado de un rey vasallo con un rey soberano El rey de Judá se sometió al rey de Babilonia (Ez 17.11-21). Veamos los distintos pactos que Dios a hecho con los hombres, sin perder de vista que Dios es el que los propone.

CONCEPTO TEOLÓGICO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Adán: Aunque la palabra no se usa en Gn 1:3 ni aparecen todos los elementos tradicionales, el Antiguo Testamento se refiere una vez a la relación establecida entre Dios y Adán como a un pacto (Os 6.7). Se estableció con Adán no solo como individuo, sino como representante de todos los hombres (Ro 5.12). Muchos teólogos suelen hablar del pacto adámico como «un pacto de obras». Sin embargo, sería más exacto calificar el pacto adámico como pacto de «obediencia», puesto que Dios, como el «Dios de toda gracia» (1 P 5.10), manifiesta su gracia en todas sus obras (Sal 145.13b, 17, BJ), pero exige obediencia de Adán. La obediencia que Dios espera del hombre debe ser consecuencia de la confianza (fe) en Él y su Palabra (Heb 11.6), y debe expresarse en la obediencia. El pacto con Adán incluyó también su ubicación en un lugar escogido (Edén, Gn 1.27; 2.8) y poder creador para producir una descendencia santa (Gn 1.26-28).

Noé: El primer uso de la palabra pacto (berit) aparece en relación con • Noé en Gn 6.18 e implica beneficios para toda su familia. Este pacto se desarrolla en Gn 9.1-17 donde se aplica a toda la descendencia de Noé y a todo ser viviente. En este caso la gracia prometida no depende de una buena comprensión o respuesta positiva por parte de todos los beneficiados. Es un pacto eterno cuya señal es el arco iris (Gn 9.12, 13). Está arraigado en la gracia divina (Gn 6.8; 9.1-3); requiere una fe que se exprese en obediencia (Gn 9.4-6; Heb 11.7) y la responsabilidad de producir una descendencia santa (Gn 9.1, 7); es eterno (Gn 9.12, 16) e implica una bendición universal (Gn 9.1, 11, 16s). Se puede considerar como una renovación del pacto con Adán y un avance del pacto salvífico con Abraham (Is 54.9, 10; 1 P 3.20, 21). Como vemos en este pacto Dios es el que propone y dispone, a Noe solo le queda aceptarlo y obedecerlo. Abraham :En el pacto con Abraham, renovado con Isaac y Jacob, tenemos la expresión clásica del pacto divino y se transmitió por dos tradiciones (Gn 15; 17). Las bendiciones prometidas incluyen: (1) Una descendencia santa y numerosa; (2) la posesión de la tierra de Canaán; y (3) la reconciliación con Dios. La tercera promesa se expresa en Gn 17.7: «Yo seré tu Dios y el de tu descendencia después de ti», y muestra que, como en los casos de Adán y Noé, el pacto divino no se limita a la relación entre Dios y el individuo que originalmente recibe las promesas. Sin embargo, la exclusión de Ismael (Gn 17.18-21) y Esaú (Ro 9.6-13) muestra que aun en el Antiguo Testamento la descendencia física no garantiza el cumplimiento automático de todas las bendiciones prometidas en el pacto. Las promesas se cumplen para «los hijos de los hijos», pero con la condición de que posean una actitud de fe hacia Dios y estén calificados como «los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra» (Gn 17.9; Sal 103.17, 18; Ro 4.13). Génesis 17 acentúa el hecho de que el pacto con Abraham es eterno (vv. 7-9, 13, 19; cf. Gl 3.16-18; Heb 13.20), y establece la circuncisión como señal del mismo. Aunque en el pacto con Abraham resalta el requisito de la fe, permanece vigente la necesidad de la obediencia como expresión ineludible de una fe sincera. Aunque el pacto con Abraham es particular y limitado, el contexto muestra que (cf. Adán y Noé) Dios tenía propuesta una bendición universal (Gn 12.3; Hch 3.25). ISRAEL:El mediador del pacto que Dios hizo con el pueblo de Israel en Sinaí fue Moisés. Este pacto constituía una renovación y desarrollo del pacto con Abraham (Gn 15.13-21; Éx 2.23, 24; 3.15-17; 6.4-8; 32.13; Lv 26.40-45; Dt 4.29-31; Sal 105.8-11, 41-45; 106.45). La continuidad esencial de este pacto con el anterior se destaca en los siguientes elementos: 1. Es un pacto arraigado en la gracia divina (Dt 9.4-6). a. Insiste en una actitud de fe por parte del hombre. b. Requiere que la fe se exprese en una obediencia radical y de todo corazón (Éx 19.5). 2. Siempre incluye la reconciliación espiritual con Dios como promesa fundamental del pacto (Éx 6.7). a. Espera como cosa normal una descendencia santa (Dt 6.7; 29.29; 30.6). b. Mantiene como meta final la bendición universal (Éx 19.5, 6). Los principales elementos nuevos (de «caducidad» o «desarrollo») en el pacto con Israel se encuentran en que: (1) por primera vez Dios establece su pacto con una nación (descendiente de Abraham, Éx 1.1-7); (2) se multiplican y desarrollan las estipulaciones del pacto en la Ley (Éx 20; Dt 32) hasta convertirse en la constitución de la nueva nación. Como vemos, Dios es el que propone el pacto y marca sus condiciones a seguir; nadie le pone o le quita, sólo Dios DAVID: El pacto que hizo con David desarrolla la antigua promesa de una descendencia santa (Gn 3.15; 17.7, etc.). Se anuncia en 2 S 7.12-17; 1 Cr 17.10-15 y se recuerda con júbilo en Sal 89.3, 4, 26-37; 132.11-18; cf. 2 S 23.5. En última instancia es mesiánico (Is 42.1, 6; 49.8; 55.3, 4; Mal 3.1; Lc 1.32s; Hch 2.30-36). El Siervo de Jehová se llama «pacto» en Is 42.6, puesto que incorpora todas las bendiciones y cumple todas las estipulaciones. El pacto davídico marca un desarrollo particular dentro del contexto general del pacto mosaico y no se debe considerar totalmente paralelo con aquel.El «nuevo pacto» El nuevo pacto prometido en Jer 31.31-34 es otra renovación del pacto con Abraham e Israel. Su continuidad con los pactos anteriores se muestra en los siguientes hechos: 1. Es un mismo Dios que establece el pacto (vv. 31-33). 2. Se hace con un mismo pueblo (vv. 31-33). 3. Las estipulaciones abarcan esencialmente la misma Ley antigua (v. 33). 4. La promesa fundamental es una misma: «Yo seré tu Dios y tú serás mi pueblo». Los nuevos elementos en la renovación del pacto recalcan: 1. Una interiorización más profunda de la Ley (cf. Dt 6.6, 7; Sal 37.31). 2. Una nueva fuerza moral e interior que resulta del nuevo pacto (cf. Ez 36.27; Ro 8.38s). a. Un nuevo concepto sobre la universalidad del conocimiento de Dios entre su pueblo (Jer 31.34,). Una vez más, vemos que Dios es el que hace el pacto, pone sus condiciones y los alcances, el hombre en nada interviene.

CONTINUA……..

NOS VEMOS EN EL PREÁMBULO DE LAS BODAS DEL CORDERO……

 
 
 

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