HAS TRABAJADO ARDUAMENTE POR AMOR A MI NOMBRE. MENSAJE A LAS 7 IGLESIAS 6 TA PARTE. EFESO 6
- LA VERDAD EN YESHÚA
- 5 abr 2019
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HAS TRABAJADO ARDUAMENTE POR AMOR A MI NOMBRE. MENSAJE A LAS 7 IGLESIAS 6 TA PARTE. EFESO 6
A esta iglesia, Cristo se presenta como “el que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro.” Juan toma de su visión en Apocalipsis para describir la autoridad de Cristo sobre la iglesia (tiene las siete estrellas) y su presencia inmediata en ella (anda en medio de los siete candelabros de oro). Los candelabros son utilizados no solo por el apóstol Juan en Apocalipsis, pero también por Zacarías como representaciones de la iglesia, o del pueblo de Dios. Con esta presentación Cristo le dice a la iglesia en Efeso su soberanía e importancia.
La palabra en griego kratein (“tiene”) implica que estas iglesias le pertenecen a Cristo y no a los pastores ni a los miembros. Luego YESHÚA dice que Él conoce las obras de esta iglesia, “que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos, y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.” YESHÚA deja claro que Él es omnisciente y conoce todo lo que sucede en esa iglesia. No hay misterios para Él. YESHÚA entonces reconoce lo que esta iglesia está haciendo correctamente, trabajando duro por SU CAUSA, habiendo seguido fielmente sus mandamientos y propósitos.
Pero, luego de reconocer lo que la iglesia hacía bien, viene la reprensión. Cristo dice, “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.” Cuando Cristo dice, “Pero” lo que parece es que todo lo bueno que hacía esta iglesia no borraría lo malo que Cristo está a punto de mencionar. Es decir, con todo y ser pacientes , no tolerar la falsa doctrina, descubrir los falsos ministros, haberse mantenido firmes, esta iglesia tenía algo que desagradaba a YESHÚA, habían dejado, no perdido, su primer amor. La diferencia entre perder y dejar es muy importante, ya que uno puede perder una cosa accidentalmente, pero el dejar una cosa implica un acto deliberado, que no ocurre de pronto. Igualmente, cuando perdemos algo, no sabemos donde encontrarlo, pero cuando dejamos algo sabemos exactamente donde lo dejamos.
Es decir, en esta iglesia, a pesar de haber dejado este primer amor, en el exterior todo parecía perfecto. Quizás si hubiéramos asistido a esa iglesia, hubiéramos pensado que no había nada malo. Quizás viendo todo lo que hacía la iglesia hubiéramos pensado que estaban haciendo mucho. Pero para YESHÚA no hay nada Escondido porque Él es quien anda en medio de las iglesias, y Él conoce cada una de las obras, buenas y malas de ellas.
El problema en esta iglesia era serio, pues sin amor no puede existir. Pero qué amor dejó esta iglesia? Sabemos que como cristianos estamos llamados a amar a Dios y amarnos unos a otros. Es que dejaron su amor por Dios, o su amor por cada uno?
Este abandono de su primer amor muestra que las cosas no eran como antes. Ya no era como cuando iniciaron su vida como cristianos. Quizás no permitieron que se diera una transición de lo nuevo hacia una profundidad mayor para hacer de ese amor algo más fuerte.
Para ello debemos irnos a las palabras de YESHÚA y necesariamente analizar lo que significa obediencia de un doulos.
Deuteronomio 15
12 »Si tu hermano hebreo, hombre o mujer, se vende a ti y te sirve durante seis años, en el séptimo año lo dejarás libre. 13 Y cuando lo liberes, no lo despidas con las manos vacías. 14 Abastécelo bien con regalos de tus rebaños, de tus cultivos y de tu lagar. Dale según el Señor tu Dios te haya bendecido. 15 Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dios te dio libertad. Por eso te doy ahora esta orden. 16 »Pero si tu esclavo, porque te ama a ti y a tu familia y le va bien contigo, te dice: No quiero dejarte, 17 entonces tomarás un punzón y, apoyándole la oreja contra una puerta, le perforarás el lóbulo. Así se convertirá en tu esclavo de por vida. Lo mismo harás con la esclava
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I. Sirviendo por necesidad (vs. 12a)
“Si tu hermano hebreo, hombre o mujer, se vende a ti y te sirve durante seis años”
a. Deudas a pagar: Había situaciones en la vida de algunos Hebreos cuando no pudiendo pagar sus deudas, no tenían otro remedio que venderse ellos mismos como esclavos para trabajar con su deudor y así pagar sus deudas. El esclavo era recibido en la casa del que se convertía su dueño y allí permanecía por seis años.
b. Pagando las deudas: Pero este arreglo, era hecho “por necesidad”. Era la única manera que podían recibir ‘alivio’ de sus deudas y sus ‘cargas’ sabiendo que al cabo del tiempo habrían de salir libres. Ellos hacían lo que tuvieran que hacer. Trabajaban en el campo, con los animales y en los quehaceres del hogar. NO había nada que ellos no hicieran y lo hacían sin quejarse porque reconocían que en cierta manera no tenían otra opción.
Quizás esa había sido la última opción que ellos escogieron y lucharon por todos los medios para no tener que hacerlo, sin embargo no pudiendo encontrar otra salida a su situación tuvieron que terminar convirtiéndose en “esclavos por necesidad” o“esclavos por obligación”.
c. Recibiendo Cuidado: Durante este tiempo, el esclavo trabajaba y “servia” sin paga alguna a su amo de quién dependía para todo. Su amo le cuidaba, le daba ropa, zapatos y techo para protegerse del frío, del mal tiempo y del calor. Además de todo lo que el amo proveía para sus “esclavos”, estos eran dados ‘seguridad’ y ‘cuidado’. Había amos amables que se preocupaban por el bienestar de sus esclavos y querían estar seguros que ellos estuvieran bien y quizás algunos le permitían sentarse a la mesa con su familia, comer junto con ellos y disfrutar de las palabras y consejos sabios de la boca de su amo.
II. Recibiendo libertad (verso 12b – 16)
... en el séptimo año lo dejarás libre. 13 Y cuando lo liberes, no lo despidas con las manos vacías. 14 Abastécelo bien con regalos de tus rebaños, de tus cultivos y de tu lagar. Dale según el Señor tu Dios te haya bendecido. 15 Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dios te dio libertad. Por eso te doy ahora esta orden.
a. Libertando al Esclavo: Al cabo de seis años de trabajar con su amo, estos tenían el deber de acuerdo a la ley de otorgarle la libertad a sus esclavos. El amo no podía mantener el esclavo mas tiempo en su casa del que había sido estipulado por la ley. El hacerlo constituía una ofensa contra Dios mismo. Por eso se le recuerda que ellos también fueron esclavos en Egipto y que Dios les había dado libertad.
b. Abasteciendo al esclavo: Pero interesantemente, el esclavo que se iba después de haber servido durante todos esos seis años a su amo para re-pagar sus deudas, debía ser abastecido y no dejado ir con las manos vacías de su casa. Se le debía dar regalos de los rebaños, los cultivos y el lagar (uvas, vino).
c. Dádiva abundante: El amo debía abastecer ‘abundantemente’ a estos esclavos que eran puesto en libertad. Ellos debían darle “conforme el Señor Dios les haya bendecido”. Esto significa que no podían ser mezquinos. Debían dar con toda liberalidad. De esa manera el esclavo recibía bendición y no seguía siendo necesitado en la tierra. Dios había establecido que los pobres y necesitados debían ser bendecidos por aquellos que tenían más ( Deuteronomio. 15:4-7):
4 Entre ustedes no deberá haber mendigos, porque el Señor tu Dios te colmará de bendiciones en la tierra que él mismo te da para que la poseas como herencia
7 »Cuando en alguna de las ciudades de la tierra que el Señor tu Dios te da veas a un hermano hebreo pobre, no endurezcas tu *corazón ni le cierres tu mano.
Después que el esclavo había cumplido con su obra por sus seis anos, este salía libremente sin deuda y lleno de regalos por todo el servicio que había hecho en la casa de su Amo sin cobrar nada por todo ese tiempo. Su contrato estaba cumplido y podría salir y vivir libremente como quisiera.
III. Sirviendo por Amor (versos 16-17)
16 »Pero si tu esclavo, porque te ama a ti y a tu familia y le va bien contigo, te dice: No quiero dejarte, 17 entonces tomarás un punzón y, apoyándole la oreja contra una puerta, le perforarás el lóbulo. Así se convertirá en tu esclavo de por vida. Lo mismo harás con la esclava
a. Un esclavo que ama: Pero había ocasiones en que algunos esclavos amaban tanto a su amos y las familias de estos que no deseaban irse de la casa donde estaban. Estos esclavos reconocían todo lo que sus amos habían hecho por ellos. Se recordaban de la ropa, los zapatos, la comida, todo el cuidado, todo el bien hecho hacia ellos y toda la protección que recibieron en la casa de su amo y optaban entonces por no irse de su casa, sino que decidían quedarse y vivir toda su vida sirviendo a este amo.
Estos eran esclavos agradecidos y aunque muchos quizás vivían soñando con el día que serían libres, estos otros esclavos vivían entristecidos con el pensamiento de tener que irse y dejar a su Señor. Para ellos sería no “un sueño” sino “una pesadilla” tener que alejarse de su amo, especialmente si estos amos eran amos que se preocuparon por ellos que le dieron todo lo necesario y nunca le hicieron mal sino bien.
b. Un Esclavo por Amor: Cuando un esclavo después de haber sido hecho libre, no deseaba alejarse de su amo porque reconocía todo el bien que le había hecho, este decía a su amo “No quiero dejarte”. Esto representa el deseo de un corazón agradecido y “transformado” por el bien hecho por su amo. La expresión no quiero dejarte nos habla de un compromiso hecho con un pensamiento profundo. Esto significa que para ellos ya no habría más libertad. Ellos se entregarían toda su vida a servir a su amo, buscando el bienestar al servicio de este y no el bienestar propio. La visión pasaba de ser una de carácter personal buscando su propio bien a ser una visión que buscaba “servir” a los demás. Nos debe llamar la atención que dice “ porque te ama a ti y a tu familia”. El amor no era solo para el amo sino también para la familia.
Esto no significa que quizás los otros esclavos que se iban y tomaban su libertad no ‘apreciaban’ los servicios y el bien recibido en la casa de su amo. Solamente significa que este ‘esclavo’ amaba a su amo mucho más, profundamente. Era un amor tal que se olvidaba de sí, de su futuro, de sus planes y de sus metas para llevar a cabo las metas, los planes y la gloria y bienestar de su Señor. ES MAS, ahora las metas, planes, y el futuro de su amo, se convertían en los suyos. El dejaba de ser el para ser uno con su amo.
c. Hecho propiedad de su Amo: Cuando el esclavo dejaba saber a su amo su sentir de “no dejarle” porque amaba a su señor y a su casa, entonces el amo tenía derecho a “marcarlo como suyo de por vida”. El tomaría un punzón y le pasaría la oreja de un lado al otro en contra de la puerta de su casa. De esta manera, el esclavo pasaba de ser un servidor “temporal” a un servidor “atemporal”, pasaba de ser un servidor por obligación a un servidor por entrega, pasaba de ser un “esclavo por necesidad” a ser un “esclavo a voluntad”. Ya no servía para pagar sino que servía para amar.
Con en esta exposición intento resaltar un paralelo muy importante. Existe un AMO y SEÑOR a quien muchas personas vienen “por necesidad”, o “por obligación”. Este AMO Y SEÑOR es YESHÚA. Las razones por las que se acercan a la casa del AMO que es la iglesia, pueden ser varias. Ciertamente muchas veces algunas personas vienen a Cristo porque encuentran que después de haber dado miles de vueltas sin hallar solución a sus problemas, y saben que solamente Dios puede hacer algo por sus vidas. De igual manera, también existen aquellos que crecen como jóvenes y se crían en la iglesia conociendo y recibiendo desde la niñez los bienes de Dios quién les cuida y les guía durante su vida y su crecimiento. Dios les acompaña desde pequeños en su desarrollo por la vida y en todo les ayuda en las necesidades, provee para ellos sin pedir nada a cambio y se preocupa de que tengan todo lo necesario, sin embargo muchas de estas personas adultas y jóvenes, al momento que sienten libertad, se ponen en marcha y dan la espalda a todo lo que se ha hecho por ellos. Van “libremente” buscando su propio destino, alejados de la casa donde se les ofreció bienestar, abrigo y sustento tanto físico como espiritual y lejos del AMO y SEÑOR que les cuidó y sustentó.
Muchos de estos, aunque vivieron poco o mucho tiempo en la casa del Señor, nunca desarrollaron amor por el Señor. Su quehacer estaba allí, su presencia fue visible pero su corazón estaba lejos de este lugar. Se sentaron a la mesa, recibieron la palabra de vida y los sabios consejos del Señor. Pero nunca se detuvieron a meditar la bendición de Dios para ellos. Nunca se sentaron a dar valor a todo lo que recibían de parte de Dios. Simplemente funcionaron dentro de la casa del Señor, pero la casa del Señor nunca fue su función. Cuando llegó el momento, “se fueron”. La Biblia nos dice “no améis el mundo ni las cosas del mundo” (1 Juan 2:15). Pero para muchas personas el “amor por el mundo” es mayor que el amor a Cristo. Nunca llegan a sentir tanto amor por Cristo y su familia (la iglesia) como para quedarse y permitir ser ‘marcados’ como propiedad eterna de Dios. Ellos tienen en mente sus propias metas y sus propios propósitos y estos no tienen nada que ver con los de su amo. Toman lo que pueden y ser marchan con las manos llenas a convertirse amos y señores de sus propias vidas. Es cierto que muchos vuelven pero otros nunca lo hacen. Se deleitan en los placeres de la vida y buscan ser “como el mundo”. No desean vivir sometidos al cuidado de Dios. Lo interesante es que en la iglesia de Efeso este tipo de creyentes permanecían allí, no se habían apartado de la iglesia, trabajaban, eran celosos de la doctrina pero ya no lo hacían con el mismo amor que tenían cuando tomaron la decisión de ser sus siervos.
Debemos destacar lo siguiente: antes éramos esclavos del pecado, YESHÚA nos liberta y en ese momento somos dotados abundantemente de bienes espirituales. La gran mayoría en agradecimiento decide seguirle sin saber a ciencia cierta el por qué. Solo sabemos que hay algo dentro de nosotros que nos hace tomar esa decisión, no nos importa nada ni nadie, solo hay un deseo: seguirle.
Lo que a veces ignoramos que ese sentir proviene de alguien que nos hace amar a YESHÚA, sin tener los pormenores al respecto. El amor a YESHÚA, es consecuencia de que EL ESPIRITU SANTO pasa a morar en nuestras vidas y nuestra total dependencia de EL. Esto conlleva a una obediencia total a las enseñanzas de nuestro MAESTRO, lo hacemos con gozo, sin cuestionamientos, deseamos compartirlo a otros, la carga se hace ligera, no vemos límites y entre otras cosas anhelamos todo lo que tenga que ver con nuestro SEÑOR.
Que ocurre entonces para que este sentir se acabe? La razón principal en nuestros tiempos es la estructura eclesiástica de la gran mayoría de las iglesias. Estando en ese estado trascendental el recién convertido es sometido a una serie de prácticas y enseñanzas que poco tienen que ver con lo enseñado por YESHÚA, mandamientos de hombres que solo buscan mantener un crecimiento numérico eclesiástico y denominacional. Rompemos el esquema de la obra santificadora del ESPIRITU SANTO y las sustituimos por requerimientos humanos, paganos en algunos casos, por mecanismos filosóficos y de ciencia que entorpecen nuestra comunión con EL ETERNO. Trabajamos solo para mantener o hacer crecer una nómina eclesiástica, el resultado cansancio, fatiga y asfixia que impide al recién llegado un crecimiento sano que le permita llegar a la estatura de la plenitud de CRISTO. Las palabras de YESHÚA son ESPIRITU Y SON VIDA, ellas solo producen un fruto apacible de FE Y JUSTICIA. LAS PALABRAS DE YESHÚA, son más que suficientes para que el propósito de DIOS en nuestras vidas se pueda llevar a cabo, a eso se refería cuando dijo: “YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA”
YESHÚA en su primera venida fue enfático:
“Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran, enseñando como doctrina mandamientos de hombres. MATEO 15:8-9.
Es imposible agradar a DIOS añadiendo a sus estatutos y sustituyendo lo que corresponde al ESPIRITU SANTO.
Las añadiduras son las que generalmente crean la base de toda perturbación y obra perversa en la iglesia, me refiero a celos amargos y contención, Santiago lo dijo en su carta en el capítulo 3 de la siguiente manera:
13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Que muestre por su buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
14 Pero si tenéis celos amargos y ambición personal en vuestro corazón, no seáis arrogantes y así mintáis contra la verdad.
15 Esta sabiduría no es la que viene de lo alto, sino que es terrenal, natural, diabólica.
16 Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala.
17 Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía.
18 Y la semilla cuyo fruto es la justicia se siembra en paz por aquellos que hacen la paz.
Las añadiduras en la iglesia impiden amar a nuestro MAESTRO, impiden servirle por amor. EL ETERNO no necesita ayuda en lo que a doctrina se refiere, lo que ha declarado es mas que suficiente para cumplir sus propósitos. Las añadiduras impiden la obra del ESPIRITU SANTO, quien tomaría solo de lo que YESHÚA enseñó para cumplir su ministerio en la tierra, JUAN 16:14. Solo EL puede enseñarnos amar a YESHÚA, a servirle por amor. Lo segundo era el problema que tenía la iglesia de EFESO, pretendía amar y agradar a YESHÚA por sus propias fuerzas y aunque lo hicieron hasta el cansancio su servicio los alejó del amor que sentían por EL en sus inicios.
NOS VEMOS EN EL PREÁMBULO DE LAS BODAS DEL CORDERO, CON VESTIDURAS RESPLANDECIENTES
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