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MARDUK Y JANUS TE DESEAN UN FELIZ AÑO NUEVO

  • LA VERDAD EN YESHÚA
  • 31 dic 2018
  • 11 Min. de lectura

MARDUK Y JANUS TE DESEAN UN FELIZ AÑO NUEVO

El Año Nuevo comenzó a festejarse el 1 de enero hace relativamente poco tiempo; fue el papa Gregorio XIII quien lo dispuso en 1582 para todos los países católicos al inaugurar el calendario en vigencia, que sustituyó al juliano.

Luego, poco a poco, las restantes naciones lo incorporaron -los rusos fueron los últimos, en 1917- y así también se aceptó en todo el mundo que el año comenzara el 1 de enero y no el 21 de marzo o el 1 de abril, como solía serlo en los viejos tiempos.

Según el calendario gregoriano, el próximo 1 de enero comenzará el año 2007; pero como se estructuró sobre un error de cálculo cometido por el monje Dionisio el Exiguo al fijar entre cuatro y cinco años antes el comienzo de la era cristiana, la fecha sería muy otra.

Resultó que Dionisio estaba harto de que los años se siguieran contando desde la asunción al trono del emperador Diocleciano, dado que éste había perseguido con furia a los cristianos, y aprovechó el nuevo calendario para hacerlo a partir del nacimiento de Jesús.

Tras establecer que el Niño Dios había nacido el 25 de diciembre del año 753 ab urbe condita- es decir, desde la fundación de Roma- decidió que el año uno de nuestra era coincidiera con el 754 AUC, sin percatarse que para entonces la muerte de Herodes llevaba cuatro años de ocurrida.

Ahí fue que surgió la pregunta: ¿cómo pudo Herodes mandar a degollar al Mesías en la matanza de inocentes, si él mismo ya estaba muerto? El recalculo denunció el error pero el calendario gregoriano siguió tal cual.

Nuevos estudios basados en lo estimado en el siglo XVI por el astrónomo Johann Kepler, en función de la aparición de la estrella de Belén -en realidad, una triple conjunción de Marte, Júpiter y Saturno en el signo de Piscis- llevaron a proponer que Jesús habría nacido a mediados de septiembre del año 7 y no en diciembre del año 1.

Esto significa que el próximo 31 de diciembre no habría que brindar por el año 2007, que ya pasó, sino por el año nuevo 2014.

Lo dicho no tiene demasiada relevancia, si se observa que otros pueblos -que en lo civil se manejan con el calendario gregoriano- celebran su año nuevo en otras fechas, en función de sus propias tradiciones históricas o religiosas.

Por ejemplo, el Año Nuevo chino comienza entre enero y febrero con la primera Luna nueva de Acuario; el Rosh Hashaná (cabeza de año) judío empieza en el mes de Tisri del calendario hebreo, que equivale a septiembre u octubre del gregoriano; y el Año Nuevo musulmán en el mes de Muharram que, como obedece a un calendario lunar, puede caer en cualquier mes gregoriano.

Respecto a los años, estos también son dispares: los chinos viven en el año 4704 del Perro y el próximo 18 de febrero recibirán al año 4705 del Cerdo.

Los judíos transitan el 5767, que establecieron a partir de la supuesta fecha del nacimiento de Adán; en tanto que los musulmanes, cuyo almanaque comienza con la huida de Mahoma a Medina en el año 622, le restan esta cifra al año gregoriano para saber en cuál viven: 1384.

En la ciudad de Buenos Aires, la ley 1550 sancionada en 2004, instituyó el 21 de junio como año nuevo de los pueblos originarios, en función de que ellos lo celebran en el solsticio de invierno, y por tanto, ese día sus hijos quedan exceptuados de concurrir a clase.

Sin embargo, el comienzo del año astronómico o natural -basado en el ciclo de las estaciones- continúa siendo el equinoccio de primavera en el Norte (de otoño en el Sur), esto es, entre el 20 y el 21 de marzo, cuando el Sol "toca" el punto vernal y la rueda de las estaciones recomienza su vuelta.

En la misma fecha comienza también el año astrológico: entre el 20 y 21 de marzo el Sol "toca" el cero grado de Aries (o punto vernal) primer signo del zodíaco, para luego ir avanzando, cada treinta días, sobre cada uno de los restantes once signos.

Entonces, ¿cuándo realmente empieza el año nuevo? Los astrólogos dicen que el año nuevo es personal y que empieza cuando uno llega al mundo, es decir, el día del cumpleaños.

OTROS FINES DE AÑO

Generalmente el fin de año en muchas religiones y culturas se da con el fin los ciclos solares, ya que en casi todas las religiones se le asigna al sol el máximo poder.

En las culturas prehispánicas la celebración de fin de año era cuando concluía el invierno e iniciaba la primavera.

Para los chinos el Año Nuevo Chino no puede ser convertido a una fecha exacta del calendario gregoriano y puede ocurrir entre el 21 de enero o el 21 de febrero. Se basa en el calendario lunar utilizado tradicionalmente en China y la celebración cae en general, a la segunda luna llena, luego del solsticio de invierno boreal, que es el 21 de diciembre.

El pueblo judío lleva otra cuenta, ya que no coincide con el mismo calendario y tampoco toman como referencia el a.C. y d.C. Celebran su año nuevo con el “Rosh-hashanáh” y cae dentro del mes de septiembre o comienzo de octubre.

Otros Años Nuevos.

Algunos radicales ortodoxos celebran el 14 de enero al mantener el calendario juliano.

La celebración del Año Nuevo Vietnamita, celebrado junto al Año Nuevo Chino.

El Año Nuevo Islámico se celebra el 1 de Muharram, aproximadamente fines de enero e inicios de febrero.

La celebración del Año Nuevo Tibetano se celebra entre enero y marzo.

La celebración del Año Nuevo Iraní es para el equinoccio vernal, el 21 de marzo.

También la celebración del Bahaísmo se da en el equinoccio vernal, el 21 de marzo.

En Tailandia, Camboya, Birmania y Bengala se celebra entre el 13 y 15 de abril.

Celebración del Año Nuevo Mapuche es el 24 de julio.

Celebración del Año Nuevo Inca, el 24 de julio.

Celebración del Año Nuevo Judío es generalmente en septiembre.

Celebración del Año Nuevo Etíope, el 11 de septiembre.

(tomado de cultura clásica.com).

La festividad de Año Nuevo no es de origen reciente. Según revelan inscripciones antiguas, ya existía en Babilonia en el tercer milenio antes de nuestra era. La fiesta, que tenía lugar a mediados de marzo, era importantísima. “En ese momento, el dios Marduk decidía el destino del país para el año siguiente”, dice The World Book Encyclopedia. La fiesta babilónica del año nuevo duraba once días, en los que se hacían sacrificios, procesiones y ritos de la fertilidad.

Durante algún tiempo, los romanos también consideraron que el año empezaba en marzo, hasta que, en 46 a.E.C., el emperador Julio César decretó que diera comienzo el 1 de enero, un día ya dedicado a Jano (el dios de los inicios) y que a partir de entonces también sería el primer día del calendario romano. Aunque cambió la fecha, se mantuvo el ambiente carnavalesco. El 1 de enero la gente “se entregaba a excesos desenfrenados —dice la Cyclopedia de McClintock y Strong—, así como a diversas supersticiones paganas”.

El 31 de diciembre, los Griegos le rendían culto a un dios llamado Jano / Janus / Ianus. Por eso le fue consagrado el primer mes del año (que en español pasó del latín Ianuarius a Janeiro y Janero y de ahí derivó a enero. January en inglés).

Ese dios tiene dos caras, uno de viejo y uno de joven. La cara de viejo es el año viejo y la cara de joven es el año nuevo. Pero en realidad la cara de viejo era Nimrod, y la cara de joven era Tamuz.

Janus – Tamuz y Nimrod.

Cuando llega la medianoche del 31, a quién le están rindiendo culto los humanos?

A Janus -> a Nimrod y Tamuz.

¿Y en el cielo, si participo de esta celebración, cómo estoy registrado?

Como idólatra.

El Año Nuevo es la celebración del inicio del año siguiente en el calendario, en función del tipo de calendario utilizado. La más común es la del 1 de enero, del calendario gregoriano, que fue instaurado por el papa Gregorio XIII en 1582, y que se utiliza en la mayoría de los países del mundo. Por causa de esta celebración, el 1 de enero es día festivo en casi todo el mundo. En países como China y en el marco de algunas religiones, se celebra otros días del año.

Tradicionalmente, el calendario romano comenzaba el primer día del mes de marzo. Sin embargo, era en el mes de enero (el undécimo mes) cuando los cónsules de la Antigua Roma asumían el gobierno, por lo que Julio César, en el año 47 a. C., modificó el sistema, y creó el calendario juliano. Los romanos dedicaron entonces el día 1 de enero a Jano, el dios «de las entradas, y los comienzos». El mes de enero recibió nombre en honor a Jano, «que tenía dos caras… una que miraba adelante y una que miraba atrás». Con algunas modificaciones realizadas en tiempos del cónsul Marco Antonio en 44 a. C., el emperador Augusto César en 8 a. C.y finalmente por el papa Gregorio XIII en 1582. Dicho calendario se sigue utilizando​, y la celebración se ha caracterizado por seguir con el significado religioso que prevaleció durante la Edad Media.

El calendario hebreo se inicia en el mes de Tishrei; por tratarse de un calendario lunar, la fecha no se corresponde con una fecha precisa del calendario occidental, sino en una cambiante entre septiembre y octubre. El primer día de Tishrei se celebra la festividad de Rosh Hashaná. Desde el punto de vista religioso, el año empezaba en el mes de Nisán, y conmemora la salida de los judíos de Egipto, en el Éxodo.


Rosh Hashaná

El nombre según la Torá es Yom Terúah y según la tradición judía se denomina Rosh Hashaná (en hebreo, ראש השנה‎, rosh ha-shanah, ‘cabeza del año’) ​ es el año nuevo judío, que es conmemorado por la mayoría de los judíos dondequiera que se encuentren, el primero y el segundo día de tishrei (séptimo mes del calendario hebreo).


Origen de Yom Terúah según la Torá

Es la fecha de la Fiesta de las Trompetas (en hebreo, זכרון תרועה‎ Zikron Teru'ah, conmemoración con sonar de trompetas), establecida en Levítico 23:24.Esta fiesta se celebra en el mes séptimo.7


Origen de Rosh Hashaná

Conforme a la Torá, el mes de Abib o Nisán (por marzo-abril) es el primero de los meses del año, en cuyo primer día el caraísmo conmemora el año nuevo. Según el judaísmo rabínico, el año nuevo cae en el mes hebreo de Tishréi (por septiembre-octubre), cuando se festeja el Año Nuevo Judío o Rosh Hashaná, que conmemora el día en que Elohim creó el mundo, o según el rabino Eleazar ben Shammua, el día de la creación del hombre; y es a partir de este día cuando se cuentan los años.

La celebración comienza al anochecer de la víspera. El shofár se toca durante la plegaria matutina. El sonido de este cuerno, casi siempre de carnero, llama a los judíos a la meditación, al autoanálisis y a retomar el camino de justicia (Teshuvá). Es el primero de los días del regreso e introspección, de balance de los actos y de las acciones realizadas, de plegaria y sensibilidad especiales (Aseret Yemei Teshuva) que terminan con el Yom Kippur (Día del Perdón).

Tras sonar el cuerno, conforme a la tradición, se encienden velas las dos noches de celebración y hay comidas festivas, además se evita realizar actividades como trabajar, conducir y usar electrodomésticos.

También se conoce como el Día del Toque del Shofár y como el Día del Juicio porque ese día Dios juzga a los hombres, abriendo tres libros: uno, con los malos (quienes quedan inscritos y sellados para la muerte); otro, con los buenos (quienes quedan inscritos y sellados para la vida), y el tercero, para quienes serán juzgados en Yom Kippur.

Rosh Hashaná (Comienzo del año), junto con Yom Kippur (Día del perdón), forman en la tradición judía una unidad llamada Yamim Noraim (Días terribles), por ser el momento en que Elohim juzga al mundo y decreta lo que sucederá en el transcurso del nuevo año.

El 1º de tishrei no es solo el primer día del año, sino también su "Cabeza". Así como la cabeza comanda al resto del cuerpo, del mismo modo en este día se predestinan todos los hechos que ocurrirán durante el año.

¿Cuál es el mejor deseo para el nuevo año?

¿Alguna vez te diste cuenta que tradicionalmente los judíos no se desean “feliz año nuevo” unos a otros?

En lugar de eso decimos la frase hebrea shaná tová que, a pesar de la mala traducción que aparece en casi todas las tarjetas de saludo, no tiene ninguna conexión con la expresión “feliz año nuevo”.

Shaná tová transmite el deseo de un ‘año bueno’, no de un año feliz. Y la razón que hay tras esta diferencia tiene una gran importancia.

La revista Atlantic Monthly publicó hace un tiempo un fascinante artículo titulado “Ser feliz no lo es todo en la vida”. La autora, Emily Esfahani Smith, señala que los investigadores están poco a poco comenzando a advertir en contra de la mera persecución de la felicidad, ya que han descubierto que pese a que una vida significativa y una vida feliz coinciden en ciertas cosas, son en realidad muy diferentes una de otra. Los sicólogos descubrieron que tener una vida feliz está asociado con ser un tomador, mientras que tener una vida significativa está asociado con ser un dador.

“La felicidad sin significado está caracterizada por una vida relativamente superficial e incluso egoísta, en la que todo está bien, las necesidades y los deseos son satisfechos sin dificultad y las complicaciones son evitadas”, escribe la autora.

La gente feliz obtiene su alegría de recibir, mientras que la gente que tiene una vida significativa obtiene su alegría de dar a otros.

Smith cita en el reportaje a Kathleen Vohs, una de las autoras de un nuevo estudio publicado en el Semanario de Sicología Positiva: "La gente feliz obtiene su alegría de recibir de los demás, mientras que la gente que tiene una vida significativa obtiene su alegría de darle a los demás". En otras palabras, el sentido trasciende al ego, mientras que la felicidad implica darle al ego lo que quiere.

De acuerdo a Roy Baumeister, jefe de investigación del estudio: "Lo que separa a los humanos de los animales no es la búsqueda de la felicidad, lo cual ocurre en todo el mundo natural, sino que es la búsqueda de sentido, la cual sólo existe en los humanos".

Mucho antes de estos estudios, los judíos ya entendían esas verdades intuitivamente. Feliz es bueno, pero bueno es mejor.

Desear un feliz año nuevo implica darle primacía al ideal de una cultura hedonista cuyo objetivo principal es pasarla bien, mientras que buscar un año bueno implica reconocer la superioridad del significado por sobre la alegría del momento.

La palabra bueno tiene un significado especial en la Torá. La primera vez que encontramos esta palabra es en la serie de oraciones en la cual Dios, después de cada día de creación, ve su obra y la proclama buena. Y no sólo eso, sino que cuando Dios completó su obra vio todo lo que había hecho y “he aquí que era muy bueno”.

¿Qué significa eso? ¿De qué forma era bueno el mundo? Obviamente no estaba siendo alabado en un sentido moral. Los comentaristas ofrecen una profunda idea: la palabra bueno indica que cada parte de la creación cumplía con el propósito de Dios; cada parte era buena porque era lo que debía ser.

Este es el profundo significado de la palabra bueno cuando es aplicada a nosotros y a nuestras vidas. Somos buenos cuando logramos nuestro propósito; nuestra vida es buena cuando en ella se cumple lo que tenemos que hacer.

Todos conocemos a muchas personas de las que se puede decir que “tuvieron vidas buenas” a pesar de tener que sufrir una gran infelicidad. De hecho, las personas realmente grandes eligieron vidas de sacrificio en lugar de placer y dejaron un legado de inspiración y logros que nunca podrían haber alcanzado si sólo les hubiese preocupado la gratificación personal.

Un shaná tová, un año bueno —desde una perspectiva espiritual— contiene mucha más bendición que uno simplemente feliz.

Éxodo [Shemot] 12:2 “Este mes es para ustedes el comienzo de los meses: Primero es, para ustedes, de los meses del año”. Éxodo [Shemot] 13:4 “Hoy ustedes están saliendo, en el mes de Aviv [primavera]”


Conforme a la Torá, el mes de Abib o Nisán (por marzo-abril) es el primero de los meses del año, en cuyo primer día el caraísmo conmemora el año nuevo. Según el judaísmo rabínico, el año nuevo cae en el mes hebreo de Tishréi (por septiembre-octubre), cuando se festeja el Año Nuevo Judío o Rosh Hashaná, que conmemora el día en que Elohim creó el mundo, o según el rabino Eleazar ben Shammua, el día de la creación del hombre; y es a partir de este día cuando se cuentan los años.

NOS VEMOS EN EL MAR DE VIDRIO MEZCLADO CON FUEGO, VESTIDOS DE LINO FINO RESPLANDECIENTE……..

 
 
 

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