MENSAJE A LAS 7 IGLESIAS 7MA PARTE ESMIRNA II
- LA VERDAD EN YESHÚA
- 4 jun 2019
- 12 Min. de lectura
MENSAJE A LAS 7 IGLESIAS 7MA PARTE ESMIRNA II
Tribulación" es el término general en la Biblia para referirse a los sufrimientos del pueblo de Dios. En el Antiguo Testamento las palabras sara y sar ("estrecho" o "angustia") su significado infiere intensa agitación interior (Salmos 25:17; 120:1; Job 7:11), el dolor del parto (Jer. 04:31 ; 49:24), la angustia (Job 15:24; Jer 6:24), y el castigo (I Sam 2:32;.. Jeremías 30:7).. El thlipsis griego de thlibo ("presionar" o "el dobladillo en") sirve a menudo para traducir sara en la LXX, y se refiere generalmente a la opresión y la aflicción del pueblo de Israel o de los justos (Deut. 4:30; Sal. . 37:39), mientras que en el thlipsis NT se traduce generalmente "tribulación" o "aflicción".
En el NT la tribulación es la experiencia de todos los creyentes, e incluye la:
PERSECUCIÓN (I TES. 1:6)"Vosotros vinisteis a ser imitadores nuestros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con el gozo que da el Espíritu Santo."
Pablo pudo citar a Silas, a Timoteo y a él mismo, como ejemplos. Personalmente, cualquiera de nosotros dudaría en presentarse como un ejemplo. Pero el apóstol Pablo, yendo de un lugar a otro del Imperio Romano, se presentó como un ejemplo a estos creyentes.
El versículo 6 dice: recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con el gozo que da el Espíritu Santo. La aflicción (o el sufrimiento) y la alegría. Son tan extremas como el día y la noche. Como el calor y el frío. Nunca las asociaríamos. Si alguien está sufriendo, pasando por una aflicción, no puede sentir ninguna alegría, de acuerdo con nuestra forma natural de considerar este tema. Y si alguien está disfrutando de la alegría en su vida, entonces, con toda seguridad, no está sufriendo.
Sin embargo, el gozo producido por EL ESPIRITU SANTO permite experimentar la aflicción, y al mismo tiempo han disfrutar del gozo que da el Señor al corazón. Pasar por esa experiencia es vivir una victoria, un triunfo. Hay personas incluso que se encuentran en el lecho de enfermedad, o por situaciones realmente duras, pero en sus rostros o en sus palabras reflejan gozo y la paz de Dios, que brota con naturalidad de su interior. No hay personas que estén disfrutando de los recursos del mundo y, al mismo tiempo, estén sufriendo. El mundo no puede armonizar ambas experiencias, o hacerlas compatibles. En este pasaje Pablo dijo que los de Tesalónica recibieron la Palabra con mucha aflicción. Se enfrentaban a la persecución, al sufrimiento, y a la tristeza. Pero también disfrutaban del gozo que les daba el Espíritu Santo. En la vida hay aspectos agridulces. Ahora, para el cristiano, puede haber en la vida experiencias agrias, amargas, aunque al mismo tiempo puede sentir la dulzura en el corazón, en el interior de su vida. Hemos visto muchos casos que prueban lo que estamos diciendo. Personas que soportaban un intenso sufrimiento físico, pero que reflejaban una experiencia real de Dios en sus vidas, y una alegría interior serena que el dolor no podía doblegar. Esa experiencia no se puede imitar, no se puede forzar, no se puede lograr con medios humanos. Es que, así como el Espíritu Santo y la Palabra de Dios pueden, como ya hemos dicho anteriormente, lograr el milagro más grande, que es transformar a alguien que está alejado de Dios, con la rebelión del pecado controlando su vida, en un hijo de Dios, así también, el alimento espiritual de la Palabra de Dios, y la influencia del Espíritu Santo pueden ir transformando gradualmente al cristiano, proporcionándole el gozo espiritual que le permita disfrutar de una vida de calidad humana y espiritual, en medio de las circunstancias más adversas.
LA PRISIÓN (HECHOS 20:23), "Ahora, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén sin saber lo que allá me ha de acontecer; salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio de que me esperan prisiones y tribulaciones. Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor YEHOSHÚA, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios."
Ahora, aquí hay un punto sobre el cual muchos grandes profesores de la Biblia no están de acuerdo. Creen que Pablo se equivocó al decidirse ir a Jerusalén. Creen que no debió haber ido allí. Ahora, nosotros creemos que el testimonio que Pablo dio aquí, fue muy claro. Creemos que sí actuó según la voluntad de Dios cuando se dirigió hacia Jerusalén. Creemos que estaba diciendo: "me dirijo a Jerusalén porque siento en mí espíritu una responsabilidad ineludible. En todas las ciudades a donde voy, el Espíritu Santo me dice que en Jerusalén me esperan la cárcel y muchos sufrimientos". Ahora, esto era diferente al incidente que vimos en el capítulo 16 de los Hechos, cuando el Espíritu de Dios simplemente le prohibió predicar en Asia, poniéndole obstáculos que dirigieron sus pasos hacia Europa. Aquí no hubo ningún impedimento. Sino que, más bien, el Espíritu de Dios le estaba revelando a Pablo lo qué le esperaba cuando llegara a Jerusalén. Pablo dejó en claro que se daba cuenta de que sufriría si iba a Jerusalén. Y seguramente pensó: "Mi propia vida no cuenta. Estoy dispuesto a entregar mi vida por YEHOSHÚA". Su deseo era llevar la ofrenda a los creyentes pobres de Jerusalén con sus propias manos.
Muchas veces cuestionamos la tribulación de una persona, sin saber que detrás hay un propósito divino.
La tribulación de Pablo era necesaria para llevar el evangelio a lugares inimaginables:
Hechos 23:11-22
11 A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma.
LA IRRISIÓN (HEBREOS 10:33), "Por una parte, ciertamente, con vituperios (o insultos) y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo, y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante: porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos."
Dice aquí "fuisteis hechos espectáculo". Es que los cristianos fueron convertidos en un espectáculo público.
Y también dice "el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo". Aparentemente, algunos de los creyentes habían sido encarcelados por su fe, mientras que otros habían experimentado la confiscación de sus bienes. El escritor les estaba recordando su fe y paciencia durante esos tiempos de prueba. Dice el versículo 35;
"No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene una gran recompensa"
Esta fue otra manera de decirles, como en el versículo 23, "mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza". Añade el versículo 36 de este décimo capítulo de Hebreos:
"Pues os es necesaria la paciencia, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa."
La paciencia y la fe están unidas en la Biblia. Después de ejercitar la fe en medio de las aflicciones, entonces, aquellos cristianos debían hacer gala de paciencia, con la esperanza futura del cumplimiento del objetivo de su fe. Luego, en el versículo 37 dice:
"Porque aún un poco y el que ha de venir vendrá, y no tardará."
LA POBREZA (II COR. 8:13),
No se trata de que otros encuentren alivio mientras que ustedes sufren escasez; es más bien cuestión de igualdad.
La intención de Dios no es quitarle al uno para darle al otro, sino que todo sea equitativo, que si uno tiene, y puede dar lo haga para compartir y servir con igualdad al pueblo de Dios, porque la vida no se trata de tener más, sino de lo que hacemos con lo que nos es entregado para administrar.
2Co 8:14 En las circunstancias actuales la abundancia de ustedes suplirá lo que ellos necesitan, para que a su vez la abundancia de ellos supla lo que ustedes necesitan. Así habrá igualdad,
Dios no nos prospera para elevar nuestro nivel de vida, sino para elevar nuestro nivel de dar, porque en el dar se manifiesta la verdad, se manifiesta Dios mismo al corazón que tiene necesidad, es así como la igualdad se hace manifiesta en Dios, por eso algunos son prosperados para que puedan suplir a aquellos que no tienen la oportunidad se suplir sus propias necesidades.
2Co 8:15 como está escrito: "Ni tuvo demasiado el que recogió mucho ni le faltó al que recogió poco."*
Éxodo 16:18 es el versículo que Pablo toma para revelar el corazón de la escritura para que así como Dios dio una porción igual de maná a todos los israelitas en medio del desierto, pudiesen juntar mucho o poco, así nosotros deberíamos promover la igualdad por medio del desprendimiento de todo ego que quiera reclamar como suyo algo que solo ha recibido por gracia, de modo que nadie carezca de lo necesario para la vida mientras otros tienen de sobra.
Muchas veces EL ETERNO permite la escasez para ejercitarnos en el dar, y asi darnos mucho mas. Quien no ha padecido necesidad difícilmente podrá entender al que no tiene.
LA ENFERMEDAD
Si tú o tu ser querido padece de una enfermedad grave, probablemente hay muchas preguntas que se te cruzan por la mente. Estas preguntas requieren respuestas bíblicas y bien pensadas. Preguntas tales como: ¿Por qué permitió Dios esta enfermedad? ¿Qué sentido tiene este sufrimiento? ¿Cómo debe un creyente reaccionar a la enfermedad? Estas preguntas son muy difíciles. Espero que este artículo te ayude a aclarar tu fe y te motive a tomar decisiones sensatas en los próximos días.
¿Por qué permitió Dios que tú o tu ser querido se enfermara?
Francamente, no es fácil contestar esta pregunta porque las Escrituras dan muchas razones por las cuales padecemos enfermedades. Por lo tanto, es difícil determinar la causa que atañe a tu situación. Estas son algunas de las razones principales que se encuentran en las Escrituras.
1. Las enfermedades y la muerte nos llegan a todos porque somos seres caídos y vivimos en un mundo caído. Nos enfermamos y morimos porque somos seres humanos imperfectos y vivimos en un mundo lleno de bacterias y virus que atacan nuestro cuerpo. Pablo declaró que la paga del pecado es la muerte (Ro.6:23). Esta muerte se refiere a la muerte espiritual pero también a la muerte física que tarde o temprano le llega a todo ser humano. Para ponerle fin a todas las enfermedades y a la muerte, Dios tendría que ponerle fin al mundo que conocemos. YEHOSHÚA dijo que un día regresaría a establecer Su reino aquí en este mundo y sacaría del mundo todas las cosas ofensivas (Mat.13:41).
2. A veces, Dios permite una enfermedad para llevar a cabo Su propósito. Dios dijo que cierto hombre nació ciego “para que las obras de Dios se manifiesten en él” (Jn.9:3). En otras ocasiones YEHOSHÚA dijo que Él sanaba a una persona para glorificar a Dios (Jn.11:4). Por lo tanto, de una cosa puedes estar seguro, Dios llevará a cabo Su propósito en tu vida por medio de esta enfermedad.
3. Dios también usa la enfermedad para juzgar a la gente que se rebela en contra de Él. El rey Joram es un ejemplo de este tipo de enfermedad (2Cr. 21:1-19). Dios permitió que Joram se enfermara para que se humillara y le pidiera ayuda. Las Escrituras dicen que Dios nunca aflige a nadie en vano, sino que lo permite con la esperanza de que la persona abandone su pecado. Jeremías declaró: “Porque el Señor no rechaza para siempre, Antes bien, si aflige, también se compadecerá Su gran misericordia. Porque El no castiga por gusto Ni aflige a los hijos de los hombres” (Lam. 3:31-33 NBLH). El Rey Ezequías es un buen ejemplo de un hombre que buscó a Dios, fue sanado y se recuperó de su enfermedad (2 Reyes 20:1-5).
Si tú eres creyente--justo ante Dios--esta no puede ser la causa de tu enfermedad porque tú ya tienes una buena relación con el Padre. Muchas enfermedades no tienen nada que ver con el pecado de la persona ni con su rebeldía. YEHOSHÚA aclaró esto cuando los discípulos le preguntaron acerca del hombre que nació ciego. “Rabí (Maestro), ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?” Jesús respondió: “Ni éste pecó, ni sus padres; sino que está ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él” (Jn.9:2-3 NBLH). Fíjate que YEHOSHÚA declaró enfáticamente que ni este hombre ni sus padres tuvieron nada que ver con su defecto de nacimiento. El único propósito de Dios era revelar Su gloria al sanar al hombre.
Sin embargo, si no tienes una relación personal con Cristo, es posible que Dios permita esta enfermedad para llamarte la atención. Para resolver la duda de que ésta sea la causa de tu enfermedad, entrégale tu vida a Dios.
4. En ciertas ocasiones Dios no revela claramente la razón por la enfermedad. Él permite que se enfermen personas de gran fe, a quienes ha usado en gran manera. Algunas de estas personas no se recuperan y Dios no da una explicación. Sus razones. El profeta Eliseo es un buen ejemplo de esto. Él se enfermó y murió después de haber sanado a muchas personas en su ministerio (2 Reyes 13:14). Dios no explicó por qué permitió que este hombre terminara su ministerio de esta manera. Siempre que Dios hace algo sin dar explicación, debes confiar en Su sabiduría soberana y Su amor. Sus propósitos están por encima de tu entendimiento y Él los lleva a cabo para el beneficio de todos a quienes concierne. A menos que Dios expresamente revele Su plan, Pablo dice: “¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” (Ro.11:33). Dios no le dijo al apóstol Pablo porqué le dio un aguijón en la carne, simplemente lo animó para que confiara en Su soberanía y la abundancia de Su gracia. De este aguijón Pablo dijo, “tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2Co.12:8-10). Por lo tanto, pídele a Dios que te revele Su gracia y Su poder durante este período de debilidad.
LA ANGUSTIA Y EL DOLOR INTERNO (Fil. 1:17;.
"Los unos anuncian a Cristo por rivalidad, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones"
Aquí se refiere a los que predicaban por interés o ambición personal; en realidad lo hacían para realzar su protagonismo y minimizar la personalidad del apóstol Pablo. Le tenían envidia. Aunque no habían podido decir nada en contra de él, ya que en ese momento él estaba en la cárcel y no podía defenderse a sí mismo, estos hombres habían aprovechado la ocasión para salir a proclamar el Evangelio. Continuemos leyendo el versículo 17:
II Corintios 2:4). "Por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas, no para que fuerais entristecidos, sino para que supierais cuán grande es el amor que os tengo".
Hay muchas personas que sienten desagrado cuando el predicador presenta un mensaje severo. A veces, la corrección de la Palabra de Dios deja una sensación de abatimiento en la congregación. Pero quisiéramos decir aquí que un pastor no será fiel a su Señor si no lo hace así. Por ejemplo, el mismo apóstol Pablo en su Segunda epístola al joven Timoteo, le aconsejó en el capítulo 4, versículo 2: "Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; corrige, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción". Y toda persona que como un ministro de la Palabra se presenta hoy en el púlpito, tiene una responsabilidad tremenda de corregir lo que está mal. Y a muchos creyentes no les agrada ser corregidos. Y Pablo les dijo aquí que su reprensión no se debía a que estaba en contra de ellos, sino porque les amaba. Un Pastor fiel muestra su amor predicando la Palabra de Dios tal como ella es, antes que intentar complacer a su congregación. Entonces Pablo procedió a tratar el tema de
La restauración de un creyente que había pecado
En este punto recordemos que en su primera carta a la iglesia de Corinto, les había reprendido por permitir una gran inmoralidad en el seno de la congregación. De hecho, tenían un caso de incesto entre ellos y estaban, como suele decirse, mirando para otro lado. Sin embargo estaban actuando como si fueran espirituales. Y esa clase de inmoralidad resultaba incluso escandalosa para los paganos. Sin embargo, ellos la estaban pasando por alto. Y Pablo les había escrito para que resolvieran esa situación. En su llamado al orden, les dijo, como leemos en 1 Corintios 5:13, "Expulsad de entre vosotros al malvado". Y la congregación obró en consecuencia y excomulgaron a esa persona. Ahora, en los versículos 5 y 6 dijo el apóstol Pablo:
"Si alguno me ha causado tristeza, no me la ha causado a mí solo, sino en cierto modo (por no exagerar) a todos vosotros. Le basta a tal persona esta reprensión hecha por muchos".
O sea que ellos habían obedecido a Pablo, y actuaron correctamente al apartar de la comunión a aquel hombre. Entonces ese hombre, bajo el peso de una gran convicción, había reconocido su pecado. Y en vista de ello, ¿qué debían hacer? Pues debían perdonarle. Leamos los versículos 7 y 8 de este capítulo 2 de la Segunda Epístola a los Corintios:
"Así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarlo y consolarlo, para que no sea consumido por demasiada tristeza. Por lo cual os ruego que confirméis el amor hacia él"
En este caso, debían perdonarlo y ayudarlo, para que su lógica tristeza no le llevase a la desesperación. Debían demostrarle el amor que le profesaban. Recordemos también que el apóstol Pablo les dijo a los creyentes de Galacia, en la carta a los Gálatas 6:1, "Hermanos, aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado". Continuemos leyendo, en 2 Corintios 2, los versículos 9 al 11:"pues también con este propósito os escribí, para tener la prueba de si vosotros sois obedientes en todo. Al que vosotros perdonáis, yo también, porque también yo, lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo, para que Satanás no tome ventaja alguna sobre nosotros, pues no ignoramos sus ardides".
Muchas veces EL ETERNO, nos permite experimentar el dolor interno por la actuación de terceros, y asi ejercitarnos en el perdón.
La mayoría de las facetas de la tribulación: persecución, pobreza, escarnio….serian o eran experimentadas por la IGLESIA DE ESMIRNA, pero YEHOSHÚA le dejó claro que estaba al tanto de todo, y le exhortaba (animaba) a no temer. La misma promesa es para nosotros en nuestros días, solo debemos ser fieles a sus enseñanzas.
NOS VEMOS EN EL PREÁMBULO DE LAS BODAS DEL CORDERO, VESTIDOS DE LINO FINO RESPLANDECIENTE……..
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